En Federación se ha construido una escuela modelo para albergar a más de 700 personas, desde el nivel inicial hasta el terciario. Se trata de la Escuela Nº 44 El Boyero que tiene dos plantas y cuenta con laboratorios, un gimnasio interno, una sala de computación, juegos para niños y hasta cancha de básquet.
Pero la moderna estructura carece de lo fundamental: pizarrones y pupitres.
La gestión del ex gobernador, Sergio Montiel, inició esta obra y quedó terminada en un 80 % al finalizar su mandato.
En tanto, el actual gobierno finalizó los trabajos, en el marco de los traslados que se están realizando con las familias que son radicadas en la nueva ciudad de Federación. Por lo tanto, la antigua escuela que lleva el mismo nombre en la vieja ciudad quedó inhabilitada.
Pero el problema radica en que el flamante edificio aún no fue puesto en funciones y por estos días los alumnos de la institución no han comenzado las clases allí.
Por el contrario, debieron soportar serias penurias teniendo que trasladarse hasta la vieja ciudad y dictar clases en el antiguo edificio, en el que no hay baños ni agua corriente.
Incluso, un micro dispuesto por la Comuna transportaba a grupos de 45 alumnos que partían de sus hogares a las 5 de la mañana, recorrían tres kilómetros y debían aguardar hasta las 6.20, momento en el que llegaban las docentes y abrían las puertas de la abandonada escuela.
Atraso de Cafesg
El nuevo edificio fue ampliamente promocionado por sus dimensiones y moderna arquitectura. De hecho, esta flamante escuela debió haber comenzando las clases después del receso invernal del año pasado; y los plazos se fueron estirando a partir de la falta de presupuesto que adujo la Comisión Administradora de los Fondo Especiales de Salto Grande (Cafesg), organismo responsable de proveer el mobiliario necesario.
Empero, en estas últimas dos semanas los padres generaron la polémica y las respuestas comenzaron a aparecer.
El lunes hubo una reunión en la comuna de Federación de la que participó el coordinador de la Cafesg, Juan Carlos Romero; el intendente, Manuel Abreu; y la supervisora departamental de educación, Irma Noé.
Allí, los padres lograron el compromiso de que comiencen las clases la semana que viene, en el nuevo edificio.
En tanto, ayer por la tarde se firmó un acta entre la Cafesg y la Dirección Departamental de Escuelas (que esperan que sea aprobado por el Consejo General de Educación hoy), para así comenzar el traslado del mobiliario que utilizaban en el viejo establecimiento.
Muebles nuevos
El coordinador de la Cafesg en Federación, Juan Carlos Romero, prefirió relativizar el conflicto y adujo que las clases no comenzaron porque a principios de este año “algunos maestros no querían dar clases con muebles viejos”. Asimismo, consideró que la protesta de los padres responde “a la ansiedad de ocupar la escuela con muebles nuevos”.
En el mismo sentido, justificó la falta de respuestas del organismo provincial aduciendo que tienen una recepción provisoria de parte de la empresa constructora.
“La escuela está terminada, pero estábamos esperando tener la recepción definitiva para proveer todo el mobiliario, que supone pizarrones, armarios, pupitres, cocina”, enumeró el funcionario a EL Diario.
“No ha comenzado el dictado de las clases, y no veo que esta sea una situación alarmante”, reflexionó Romero. “Estamos trabajando para que tengan una mejor situación educativa; preocupante es que los profesores no hayan iniciado las clases por cuestiones netamente económicas”, concluyó.