Desde el gobierno se había informado que Rodríguez, en un encuentro que mantuvo con el gobernador Jorge Busti y los padres de Fernanda, les notificó que tenía información para esclarecer el caso “de un día para el otro”.
El comisario, que se encuentra en disponibilidad, exigió la condición de que presionen al gobernador para que lo designara jefe de la Policía.
Por eso se le inició el sumario partiendo de que se estaría ante una maniobra de carácter dudosa o coactiva que podría constituir un delito de acción pública independiente del objeto de esa investigación. Rodríguez habría destacado que sabía que Fernanda estaría retenida en una quinta cercana a la ciudad de Concordia, aunque recién les precisaría dónde hallarla cuando el gobierno lo designara jefe de Policía de la Provincia y pague una recompensa de 100.000 pesos a su asistente Chorne.
La investigación sumaria concluida solicitaría a las autoridades policiales y gubernamentales que se exonere a Rodríguez de la fuerza. En definitiva, el gobernador tendrá la última palabra cuando acepte o no el pedido.
Las malas noticias no terminarían ahí con Rodríguez, porque en Concordia se presentó en la Justicia hace un par de días la madre de Gastón Lezcano, el joven asesinado en 1997 supuestamente por personal policial. Beatriz Caccia informó ante el fiscal de turno que el crimen de su hijo no fue esclarecido debido a la intromisión del entonces jefe de la Departamental, Hugo Rodríguez. El testimonio de la mujer fue ingresado a la causa con el fin de revitalizar la investigación, que hoy se encuentra sin detenidos, imputados o procesados.
La causa vuelve a Toloy
Tal cual lo previsto, la Corte Suprema de Justicia de la Nación siguió el criterio de años y dispuso que la causa del secuestro extorsivo y desaparición de Fernanda Aguirre siga siendo investigada por el Juzgado de Instrucción provincial a cargo de Héctor Toloy.
Las partes fueron notificadas ayer a la mañana de la resolución por unanimidad de los ministros de la Corte Suprema. De este modo y hasta tanto culmine la feria judicial en Entre Ríos, el expediente conformado por 20 voluminosos cuerpos quedará en resguardo del juez de Instrucción en turno, Héctor Vilarrodona. Una vez concluido el receso Toloy será el nuevo director de la investigación y no se descarta que profundice en dos líneas no investigadas en el Juzgado federal de Paraná.
Según el pensamiento de los investigadores de la Policía, debería convocarse a declarar nuevamente a un remisero considerado clave en la causa, lo mismo que a un sobrino directo de Esther Torres, la madre de Miguel Ángel Lencina.
En ese marco se tratará de impulsar la causa con la testimonial de otras personas que estarían, ahora, dispuestas a acercar algunos datos de interés. En ese circuito, los testimonios serían vitales para intentar comprometer a Raúl Monzón, quien por el momento tiene dictada la falta de mérito.
El último testimonio de una mujer lo habría vinculado directamente en la causa, y si a esto se suma el aporte de dos o tres testigos no se descarta en la esfera oficial que la situación procesal del primo de Lencina cambie abruptamente y se disponga la hipotética prisión preventiva.
Toloy había dicho hace un tiempo que en caso de volver el expediente a su Juzgado “sin dudas, ordenaría nuevas indagatorias y medidas probatorias”. “A punto tal esto es necesario porque hay una situación procesal resuelta con una falta de mérito, lo que significa que no hay elementos ni para procesar ni para sobreseer a Raúl Monzón”.