Los vecinos de la zona norte de Chajarí, particularmente los que viven en los barrios Sacachispas, en algunos sectores de Santa Rosa y en otros barrios aledaños, están viviendo una situación crítica. A las altas temperaturas que se registran por estos días, se sumó la baja presión y/o la falta total de agua durante la mayor parte del día, al punto tal que sólo entre las 3 y 7 horas se pudo contar con el servicio a pleno.
Está a la vista que las campañas de concientización en el consumo de agua potable encaradas por el municipio no dieron el resultado esperado, así como tampoco la construcción de pozos de agua y la reciente colocación de llaves esclusas para sectorizar la prestación y el mantenimiento del servicio en cuestión
Medidores
Mientras se agudizaba la protesta de los vecinos a medida que transcurría la semana, las autoridades municipales mantenían reuniones con los concejales justicialistas para estudiar la posibilidad de comprar 10 mil medidores para cubrir la totalidad de los domicilios de la ciudad. Al respecto, el secretario de Planificación Estratégica, José Luis Panozo, confirmó que se trabaja intensamente en el proyecto que deberá ser aprobado por los concejales autorizando la inversión de casi un millón de pesos para concretar la compra, aunque en realidad son alrededor de 9.550 los que se deberían instalar.
“En lo personal no veo otra solución con el tema del agua. Los pozos están generando el caudal necesario, agua sobra, pero lamentablemente en la cultura que tenemos no somos solidarios”, opinó Panozo.
Al planteársele por qué los vecinos que dependen del tanque ubicado en el barrio Tagué no tienen inconvenientes con la provisión de agua, el funcionario indicó que esa situación responde al funcionamiento del propio pozo y “porque no se registran desperdicios de agua”.
Sobre la colocación de los medidores, Panozo dijo que la idea es involucrar a toda la ciudad, aunque aún está a discutir si se comenzará a instalar por barrio o por los grandes usuarios. Finalmente, manifestó que aún está a definirse la metodología a utilizar para que el vecino contribuya con el costo que demande la compra e instalación de los medidores.
