En mayo pasado, se había establecido que en agosto empezarían a ser utilizadas estas armas electrónicas por los efectivos de la Policía Federal, la Gendarmería, la Prefectura y la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) que desarrollar sus tareas de prevención de delitos en terminales aeroportuarias, portuarias y ferroviarias.
Según establece la legislación vigente, este tipo de pistolas serán empleadas "para inmovilizar, proceder a la detención o para impedir la fuga de quien manifieste peligro inminente de lesionar a terceras personas o de auto lesionarse; cuando deba ejercerse la legítima defensa propia o de terceras personas; o para impedir la comisión de un delito de acción pública".
La ministra de Seguridad nacional, Patricia Bullrich, advirtió que las Taser podían ser usadas "en el hospital Posadas", donde la Gendarmería suele hacer custodias.
A la hora de aprobar el uso de este armamento no letal, el Gobierno había subrayado que eran utilizadas en países como Alemania, Arabia Saudita, Canadá, Noruega, Polonia, Reino Unido, Turquía, Costa Rica, Guatemala, Panamá, Ecuador, Chile, Colombia, Brasil y Bolivia.