Pese a que poco antes el ministro de Planificación, Julio De Vido, le había dicho a los periodistas que cubren la Cumbre del Mercosur que Kirchner y Vázquez, en el marco de su encuentro bilateral, no habían hablado de las papeleras, el presidente uruguayo contradijo las palabras del funcionario argentino.
“Con el señor presidente de Argentina hemos acordado entre nuestros pueblos el diálogo siempre” para resolver el conflicto de las pasteras, sostuvo Vázquez, para añadir: “Me voy de esta cumbre con alegría y con esperanza”.
El mandatario uruguayo insistió en que habló con el titular de la Casa Rosada de la necesidad de “encontrar los caminos de entendimiento para superar la diferencia coyuntural que tenemos con los argentinos”.
Vázquez admitió que en el vínculo entre ambos países “claro que no todo es color de rosa, claro que hubo dificultades. Si dijéramos lo contrario estaríamos cometiendo el pecado de cinismo; han existido y existen dificultades, pero abogamos porque estas diferencias sólo sean temporarias y temporales”, destacó.
Y son esas diferencias, señaló, las “que debemos atender para evitar erosionar el tesoro del relacionamiento fraterno”. El jefe de Estado uruguayo reconoció que la “preocupación de los vecinos de Gualeguaychú son legítimas y nosotros también las tuvimos”, pero indicó que así como de este lado del río Uruguay se inquietan por este tema, en su país también “queremos seguir protegiendo el medioambiente”.
“Pido el beneficio de la duda, nos preocupa la salud de nuestra gente y comprendemos la preocupación”, insistió.
