La reunión tuvo como eje central: “tratar el expediente que tenemos en el consejo en comisión por el cual se refiere a la declaración de utilidad pública para una futura expropiación de casi 13 manzanas de lo que se conoce históricamente como el Naranjal de Pereda”, explicó el vicepresidente del Concejo, Mariano Giampaolo. La Dirección de Catastro informó que las 13 manzanas pertenecen a la Fundación de Ayuda Psicosomática de San Antonio de la Concordia.
La Cafesg está trabajando en la generación de un proyecto que contempla la ampliación de la actual planta potabilizadora de agua con una dársena que se introducirá en el río para aspirar el agua menos turbia posible y a una altura de -2 mts. (la bajante más pronunciada llegó a los -0,32 mts.) La ampliación de la planta proveería a una ciudad como la que proyectada para el 2033 con una población de más de 200.000 habitantes.
La obra, que será financiada por el Enhosa (Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento), cuesta unos $ 110 millones y sería una solución de fondo para el problema del agua que se agudiza todos los veranos. El proyecto incluye el anillado de agua de toda la ciudad para proveer de agua con presión estable a los barrios periféricos. “Trabajaría en coordinación con un reservorio de agua de unos 15 millones de litros que estaría ubicado a unas dos cuadras del hospital Masvernat”, dijo el vicepresidente del Concejo. “Si bien estamos rodeados de agua, la problemática más importante radica en como contribuirla”, expresó.
Al sureste del mismo predio, la municipalidad tiene previsto la ejecución de un proyecto que contempla la puesta en valor de ruinas históricas. En ese lugar se sabe que se instalaron los primeros asentamientos de la Villa de la Concordia: la primera capilla y el primer saladero. De la primera construcción sólo quedan algunas piedras, de la segunda el edificio aún permanece de pie.
Además se prevé la realización de un estudio de impacto ambiental para no dañar los árboles históricos que pertenecen a una selva en galería. Para ello se prevé soterrar los caños que transportarán el agua de río hasta los piletones que serán construidos de acero inoxidable. “De esa manera se logra modernizar la planta sin destruir el patrimonio histórico”, explicó.
