Respecto de las resoluciones que adoptó el congreso de AGMER este sábado en La Paz, el ministro sostuvo que “han tenido un baño de realismo, y han comenzado a comprender que el esfuerzo del gobierno es algo valioso y que debe considerarse a la hora de la fijación de las acciones de protesta”, al tiempo que reconoció que “el gobierno sabe que los salarios son insuficientes, pero son salarios posibles a cinco meses de haber asumido en una provincia destruida”.
Asimismo, reconoció que “la relación con AGMER siempre es difícil porque se trata de un gremio que no negocia ni discute, exige. Creen que porque representan a una mayoría pueden llevarse a la educación y al gobierno por delante. Y eso es un error que seguramente van a comenzar a rectificar”.
Sin embargo, indicó que “hay que ver qué significa la convocatoria a asambleas de dos horas en las escuelas. Si se tiene en cuenta que los turnos son de cuatro horas, puede llegar a significar en la práctica un paro cada dos días pero con asistencia a los lugares de trabajo para evitar el descuento del día”, según lo manifestado a ANALISIS DIGITAL.
Ante ello, el ministro aclaró que “vamos a requerir más precisiones al gremio y luego tomaremos algunas determinaciones en base al principio justo de que hora que no se trabaja no se paga”, indicó.
Respecto de uno de los reclamos puntuales del gremio, como es la institución de un nuevo ámbito para el diálogo, Urribarri aclaró que “el gobernador Busti, más allá de la apertura que lo caracteriza, ha ratificado al Ministerio de Educación como el ámbito natural para resolverlas cuestiones vinculadas a ese área. De manera que todas las conversaciones oficiales seguirán a nivel de ministerio”.
Además, dijo que “hay dos derechos que entran en conflicto: el los chicos a recibir educación, servicio por el cual las familias también pagan impuestos; y el derecho huelga de los trabajadores. A estos los protege el gremio, a los chicos los representa el gobierno. Entonces cada uno sabrá qué hacer en cada circunstancia. El gobierno no será ni económica ni políticamente pasivo ante el recorte de los derechos de los chicos a tener educación y hará todo lo posible dentro de la ley para evitarles el daño que significa perder horas de clase”, afirmó.
Finalmente, Urribarri expresó su cautela respecto del futuro: “No hay una fórmula para saber cómo sigue esto. Habrá libertad a partir de estas nuevas reglas: la hora que no se trabaja no se paga y no hay pasividad del gobierno ante la realización de paros que se consideren manifiestamente injustificados. Seguiremos haciendo esfuerzos para mejorar el salario y trabajar con amplitud en una nueva ley que facilite la modernización de nuestra educación”, sentenció el funcionario.
