Según los datos que el colega de C. del Uruguay aporta a DIARIOJUNIO, ese día y de acuerdo a lo que difundía una radio de esa ciudad, http://www.radiolt41.com.ar/, decían
que los organizadores hablaban de que, “más de 90 mil almas concurrieron a la movilización; inclusive uno de los asambleístas, Juan Veronesi, dijo al Canal 2 que superaban las 100 mil personas, cuando fuentes objetivas indicaron a LT41 que no superaban las 30 mil».
El colega de la histórica, sigue diciendo que “las cifras, como sucede siempre, son disímiles. Los organizadores -que apostaban a reunir cien mil personas- no daban ningún número por la tarde, pero a la noche ya hablaban de «asistencia récord» y afirmaban que había 90 mil personas, una exageración absurda. La realidad mostró otra cosa. Desde Gendarmería, encargada de los accesos y de la seguridad, no confirman ni niegan ningún dato de modo oficial, pero los uniformados confiaron que hubo menos de 15 mil participantes, con los datos que dan certeza: a las 14.30 habían contabilizado 1.184 automóviles, 47 micros y colectivos urbanos, alrededor de 80 camionetas, y calculaban a vuelo de pájaro unos dos mil ciclomotores. Con estos números, la Quinta Marcha sería la de menor participación desde que comenzara a realizarse en 2005.
ESE DOMINGO “EL MIERCOLES” PUBLICÓ…
Tampoco hubo caravana de automóviles, y aunque se dispusieron camiones y colectivos en el corsódromo para transportar a las personas hasta el lugar de la marcha, los organizadores habían anunciado que eran menos que años anteriores.
Con una organización aceitada por los cuatro actos previos, hubo ambulancias con banderas identificatorias, siete puestos sanitarios, un hospitalito a cargo de profesionales del Hospital Centenario, organizadores equipados con una red de comunicación de seguridad propia, motos y cuatriciclos para asistir emergencias y todo custodiado por efectivos de Prefectura y Gendarmería Nacional.
Con la misma desmesura, otro de los organizadores, Oscar Bargas, anunciaba en los días previos que la marcha sería «un plebiscito donde se remarcará que Gualeguaychú no le otorga la licencia social a Botnia». Si así fuera, el resultado no parece alentador para la Asamblea.
Por otro lado, es ostensible la ausencia de los medios de alcance nacional. «Esta vez», reconocen sin ocultar su desolación los asambleístas: «No vino nadie. Ni Crónica». Otro hecho, a poco de conocerse, empañó el Quinto abrazo al río Uruguay, aunque nadie hizo referencia: ni las radios locales, ni los locutores en los ensordecedores parlantes, ni tampoco los oradores oficiales. El hecho sobrevoló la movilización, mientras en las radios uruguayas azuzaban: «Hace cinco años que dicen que Botnia mata, pero lo que mató fue el corte», decía Dardo Páez, en radio Visión de Fray Bentos.
El periodista, señala que “entre los aspectos más desmesurados de la lucha de los asambleístas siguen destacándose los carteles y banderas que -insólitamente- califican de «genocida» o «nazi» a Finlandia”.