Hasta anoche, no hubo una voz del Comité provincial que pudiera garantizar la participación de estos dirigentes en el cónclave. En principio, sí está claro que las deliberaciones estarán vedadas a los trabajadores de prensa que no podrán ingresar al recinto.
Así lo hizo saber la conducción partidaria a los medios de la provincia a través de un comunicado: “Se informa a los señores periodistas y a los medios de comunicación oral, escritos y televisivos, que las deliberaciones del congreso partidario provincial serán a puertas cerradas y vedadas para la prensa”. La resolución se funda en “la necesidad de que este cuerpo pueda debatir las cuestiones internas de este partido en forma reservada (artículo 74 de la Carta Orgánica)”. La cláusula en cuestión dispone que “las reuniones de los organismos partidarios serán obligatorias para sus integrantes y estarán abiertas a todos los afiliados al partido que deseen presenciarlas. Sin perjuicio de ello, en casos especiales y por resolución fundada, cuando así lo resuelvan los cuerpos respectivos, las reuniones tendrán carácter reservado”.
Pero cuál es el órgano partidario facultado para disponer que las deliberaciones no sean registradas por la prensa. Esto será, sin dudas, uno de los primeros temas en debate. Más aún si el impedimento alcanza no sólo al periodismo, sino a los radicales que no son parte del máximo organismo.