Desde 1996 la tarifa en Entre Ríos está congelada. En cambio, hubo sucesivos incrementos en los costos que fueron cubiertos con subsidios de la Nación sobre el precio del gasoil. Pero ese beneficio sólo alcanza a las compañías de media y larga distancia; las firmas de corta distancia tienen una “compensación tarifaria”.
Incluso, en Entre Ríos, como las empresas no deben afrontar una revisión técnica vehicular en forma obligatoria, soportan una “penalización” y se les rebaja el beneficio en un 30 %, según dijo Fernando Barzán, titular de la Asociación de Empresas del Transporte Automotor (AETA).
La semana pasada, la cámara de empresas de transporte publicó una solicitada en la que apuntó directamente al Gobierno por la falta de respuestas, y anunciaron que no pagarán los aumentos salariales porque no cuentan con los recursos. Los empresarios subrayaron que los funcionarios provinciales, aludiendo al titular de Transporte, Daniel Paduán, están en conocimiento de esa situación, aunque “han mostrado falta de capacidad y desinterés en la gestión para resolver los problemas de ingresos para hacer frente a los mayores costos del sector”.
“Es un esfuerzo enorme el que hace la Nación para subsidiar el combustible, pero a nosotros no nos alcanza con eso. Hay otros costos. En 1996 el gasoil estaba a 0,40; hoy está a 0,82, aplicando el subsidio, y ese mismo nivel de incremento siguieron todos los costos. Durante la convertibilidad, el salario básico de un chofer era de 594 pesos, y ahora está en 1.400. En este esquema, la recaudación no nos alcanza para cubrir los costos operativos, y así es imposible seguir operando. Se va a producir un crack en el sector porque nosotros no estamos en condiciones de pagar el nuevo aumento de sueldos dispuesto”, alertó Barzán.
El 6 de junio, los chóferes de colectivos de corta, media y larga distancia irán al paro, si no se aplican los incrementos salariales, según anticipó el titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), Juan Carlos Dittler.
Por su parte, el gobernador Jorge Busti rechazó cualquier incremento en el precio del boleto. “Ni el Gobierno ni este Gobernador somos sujeto de extorsión de nadie. No cederemos a la presión de ninguna empresa de transporte por más grande que sea”, dijo Busti.
En realidad, el Ejecutivo pretende mantener el menú de subsidios, para evitar cualquier actualización tarifaria. Al respecto, Busti explicó que “estamos en constante comunicación con el Gobierno nacional a los efectos de que la rebaja del gasoil para el sector en el área metropolitana se aplique en el interior del país”.