El proyecto de Benítez establece excepciones que deben ser consentidas por la autoridad de aplicación quien, a su vez, debe determinar y habilitar a personas físicas o jurídicas que se encuentren en condiciones de utilizar pirotecnia para fines específicos y por un lapso de tiempo determinado, “en un lugar, circunscripto a un espacio limitado donde no puedan asistir menores, no se dañe el medio ambiente, no afecte al turismo, ni se vulnere el derecho a la tranquilidad de terceros”.
En cambio, otra iniciativa similar de Amadeo Cresto (FPV) directamente prohíbe en forma total la utilización de artefactos pirotécnicos en la ciudad. “Me parece perfecto ver otras opiniones”, señaló.
En la audiencia pública participaron médicos, oftalmólogos, representantes de clínicas y sanatorios, Conciencia Animal, representantes de enfermos de autismo, de la Cámara Argentina de Pirotecnia, comerciantes de pirotecnia, alumnos de escuelas secundarias, etc. “A pesar de que hicimos una audiencia pública y de que algunos concejales participaron, no logramos que el oficialismo que es el que tiene mayoría en las comisiones expida un despacho de comisión”, señaló el edil de Cambiemos. “Es un retroceso para la participación ciudadana. No se le da la suficiente importancia. Después nos cuestionamos que pasa o tal vez se hace de gusto para desalentar la participación ciudadana. Tal vez molesta que la gente protagonice los temas”, indicó.
Benítez dijo que tanto su proyecto como el de Cresto se han discutido largamente en comisión pero no se toma ninguna decisión definitiva. “Hay muchas cosas en el Concejo que van al ritmo del oficialismo. A pesar de que buscamos consenso y demás, muchas veces la agenda la pone el oficialismo. Por eso es que también hoy no tenemos un despacho con el tema pirotecnia”, expresó.
En realidad, Benítez dijo que estaría dispuesto a apoyar el proyecto de su par del oficialismo en la medida en que se limite a la pirotecnia. “Podría dejar de lado mi proyecto. Yo no tengo mayor personalismo de querer que se le aprueben las cosas como uno las envía”, dijo.
De hecho, manifestó que hay un acuerdo entre los ediles para expedirse sobre el tema pero el oficialismo aún no se ha puesto de acuerdo para incluirlo en la agenda. “No sé por qué motivo”, mencionó.
En ese sentido, manifestó que los proyectos que avanzan en el Concejo son por decisión del oficialismo. Por ejemplo, mencionó algunos que lograron despacho en una semana como el de las veredas o el de los hornos pirolíticos en el Campo del Abasto. “Ese proyecto entró un jueves y al otro jueves tenía despacho”, manifestó.
Mientras otros que duermen en los cajones como el que propuso sobre arbolado público o sobre información pública. Muchas veces, para dejarlos en stand by, se piden informes a reparticiones municipales cuyas contestaciones tardan meses o no llegan nunca. “Tardan meses para opinar y no se termina decidiendo nada”, señaló. De hecho, el proyecto sobre Información Pública se encuentra en la Dirección de Legales.
En otras ocasiones, desde el oficialismo se sacan proyectos similares para evitar que los méritos se los lleve la oposición. Benítez sostuvo que está dispuesto a convalidar iniciativas ajenas pero que apunten en la misma línea dado que el verdadero problema es que “no se apoye nada o no se saque nada”.
“Yo espero antes de fin de año tener una norma que ponga luz a los comerciantes y a la población en general”, dijo por último Benítez.
Vacío legislativo
En Concordia hay dos normas que regulan superficialmente la actividad. Una de ellas es del año 2006 y establece que “el transporte, almacenamiento, exhibición y venta de elementos o de artículos de pirotecnia dentro del ejido de la ciudad queda limitada únicamente a aquella autorizada por la Dirección General de Fabricaciones Militares”.
Además establecen algunas prohibiciones como vender pirotecnia en estaciones de servicio o en la vía pública, excepto en zonas delimitadas como la Plaza 25 de Mayo, Plaza Urquiza, Estación Concordia Norte y Central, Plazoleta Islas Malvinas, Avenida Juan B. Justo y Chabrillón, Plazoleta La Bianca, Boulevard San Lorenzo y Boulevard Yuquerí y Avenida Costanera, en el período comprendido entre el 20 de diciembre de cada año hasta el día 8 de enero del año siguiente. Entre cada puesto deberá existir una distancia mínima de cinco metros, debiendo almacenarse y exhibirse la mercadería a la sombra fuera del alcance del público.
En los locales habilitados debe haber matafuegos, se debe colocar la mercadería en cajones-depósitos de madera, debiendo estar fuera del alcance del público. Los que sí estén al alcance deberán ser exhibidos en forma inerte o protegidos con celofán, plástico o con sus mechas eliminadas.
La otra ordenanza vigente es del año 1993 y dispone el envío de personal de Inspección a recorrer la ciudad, a fin de evitar la venta de artículos de pirotecnia de ingreso clandestino y no autorizado. Además faculta al Ejecutivo a proceder a sancionar con multas a negocios o personas que tuvieran en su poder tales artículos para su venta, so pena de clausura y decomiso de la mercadería a que se hace referencia en el artículo. Mientras que el material decomisado será destruido por personal capacitado en algún predio donde no constituya riesgo alguno, tanto para personas como para bienes, dentro de las cuarenta y ocho (48) horas de haberse realizado el procedimiento.