El comunicado distribuido por Rutas Libres solicita copia del DNI de conductor y acompañantes de la cruzada, así como contar con toda la documentación exigida para cruzar una frontera. También, medios de comunicación para mantener un fluido contacto. Separando las aguas, señala que deberán respetar todas las ordenes impartidas por Gendarmería y aclaran, “única autoridad que podrá detener la marcha de la caravana”. Como antes, no da precisión sobre el día y la hora en que intentarán el cruce y les propone a los participantes mantenerse comunicados anticipándoles que serán informados con 24 horas de anticipación.
El memo informa que en caso de agresión deben avisar al equipo de seguridad, encargado “de dar respuesta”.
EL PAIS
Mientras tanto, el diario El País de Montevideo señalaba hoy que «Gendarmes, piqueteros y periodistas permanecieron en vilo durante todo el fin de semana aguardando por la promocionada caravana de vehículos que prometía vulnerar el infranqueable piquete que bloquea a Uruguay desde el 20 de noviembre de 2006».
Los efectivos de Gendarmería nunca recibieron confirmación sobre la «cruzada» y comenzaron a replegarse poco a poco, aunque siempre estuvieron «a la orden» para contener cualquier intento de desborde. Al tiempo que decenas de piqueteros intentaban detener el cruce de vehículos y de periodistas que pretendían registrarlo todo.
La promesa de la ONG encabezada por Rossetti prolongará entonces por una semana las preocupaciones oficiales ante la eventualidad de incidentes. En este contexto el intendente de Río Negro, Omar Lafluf, pidió a las autoridades argentinas que tomaran «los recaudos necesarios para evitar una situación desagradable».