Una comisión policial de Concordia viajó a Chajarí y, de acuerdo a la información a la que accedió DIARIOJUNIO, se pudo comprobar que, en los 10 (diez) casos verificados, los automóviles tenían la chapa identificatoria del chasis, cortada le soldaron otra encima y fue repintada “es imposible que un verificador idóneo no se de cuenta de la truchada” nos aseguró la fuente.
El tema no es menor se apuntaba. Aquí no se trata solo de la seguridad jurídica y de la confianza que deben proporcionar los organismos públicos sino, la catarata de juicios que pueden comenzar a caer contra el Estado provincial por resarcimiento.