Las reformas impositivas que aprobó la Legislatura —a través de las leyes 9.621 y 9.622— derivaron en la aplicación de un recálculo en las alícuotas del Impuesto Automotor. Si bien hubo casi 102 mil partidas que tuvieron una baja (en índices que van del 20 al 57 %), otras 65 mil tuvieron importantes incrementos.
“Cambió el sistema de valuación, y eso produjo variaciones en el Impuesto Automotor”, explicó Jorge Zuttión, director de Impuestos de la DGR. Hay contribuyentes que quedan exentos de seguir pagando el tributo (antes la antigüedad para lograr la exención era de 25 años y ahora de 21); y otros a los que le baja el impuesto, y están también quienes deberán hacer frente a subas significativas.
“Esta fue una decisión que había que tomar. Desde el año 99 hasta 2005, no se varió la Ley Impositiva, siendo que en el medio hubo una devaluación, que hizo que se disparen los valores de los autos, y además había que equiparar valores con las provincias de la Región Centro, de modo que no se nos sigan fugando contribuyentes”, subrayó el funcionario.
En buen romance, Zuttión dijo que sobre una planta de 250 mil contribuyentes del Impuesto Automotor, casi 65 mil verán incrementos en los montos que deberán pagar finalmente. “En los autos modelos 2001 para atrás, aumentó el impuesto. En cambio, los vehículos nuevos bajaron. En promedio, en los automóviles la baja fue del 25 %, y en los modelos de 1996 a 2001 puede haber incrementos proporcionales entre 20 a 25 % como máximo, y de ahí para abajo”, apuntó. “Pero es un reordenamiento que había que aplicar, y somos de las primeras provincias que ha empezado a darle valor real a los vehículos”, añadió.