SIN ESTRUCTURA Y SIN REFERENTES EL KIRCHNERISMO OBTUVO 60.000 VOTOS
Un dato imposible de obviar es que el kirchnerismo en Entre Ríos es mucho más que los 60.000 votos que obtuvieron los dos candidatos que se presentaron como tales en estas PASO.
En toda la provincia el kirchnerismo fue dividido ya que carece de conducción política. Tanto Jorge Barreto como Claudia Vallori, fueron emergentes casi desconocidos de un sector que los prefirió en virtud de que la sola convocatoria de Bordet a votar por sus candidatos generaba desconfianza.
El resto del kirchnerismo votó la lista oficial en la inteligencia de creer que lejos estaban esos dos candidatos de representar todo el espectro kirchnerista. Más aún grupos militantes claramente identificados con Cristina en Concordia, Gualeguaychú, Uruguay, Paraná, etc. votaban la lista de Bordet con el argumento que los votantes de Barreto, si perdía (como ocurrió) iban a terminar votando a la izquierda, como se presume puede ocurrir. Para esos grupos la palabra de Cristina es sagrada y esta pidió unidad.
Para decirlo de un modo diferente, en las principales ciudades de Entre Ríos hay dirigentes políticos y gremiales que provienen del peronismo, de enorme peso social dispuestos a seguir los pasos de Cristina a la que ven como la única líder con proyecto capaz de derrotar al neoliberalismo cuasi facistoide de Macri.
De este modo ya se puede anticipar que, mientras el pejotismo se plantee no tirarla a Cristina por la ventana, la unidad continuará aún con fórceps. En cambio, si la idea es dejar que Cristina arme su propio espacio, en Entre Ríos se acaba el peronismo tal cual se lo conoce.
LA DIASPORA SI LOS CANDIDATOS DE BORDET PIERDEN
Todo hace presumir que misma estrategia, igual resultado. Esto es, no hay razón para pensar que, si los candidatos de Somos Entre Ríos perdieron en Agosto, ganen en Octubre, salvo si el discurso del sábado en Villaguay es integrador. Aún así, hará falta que los potenciales votantes crean que ese discurso es sincero, lo cual también está en dudas.
Las aguas ya están partidas, la grieta es cada vez mayor así como el convencimiento que, a la topadora macrista no hay otra forma de pararla que con políticas claras, alejadas de la sinuosidad.
Todos los que concurrirán el sábado afirman que el conductor es Bordet, es él el que decide y el que se llevará los laureles si le sale bien, pero el que deberá pagar la factura si pierde.
Bordet ya sabe que hay intendentes de mucho peso como Enrique Cresto, Martín Piaggio y hasta el mismo José Lauritto que están a la espera. Van analizando los avatares sin jugar todas las cartas, están a la espera de lo que ocurra en Provincia de Bs. As.
Varios de ellos y otros como el Intendente de Santa Elena, Silvio Moreyra, ven con mucha simpatía a CFK. Un traspié de Bordet en la estrategia lo sepultaría junto a quienes juegan su misma carta que tiene dos déficit centrales : carece de proyecto político y de referente. Esa expresión “liga de gobernadores” es un invento de Clarín para esmerilar el poder de Cristina nada más. Carece de futuro cierto.
Bordet se ha metido en un berenjenal y debe saberlo. Su decisión de jugar al lado de Jorge Busti no demostró lo que él creía, la visión del estadista. Eso es pasado.
Los estadistas de hoy no amontonan construyen en base a ideas fuerzas. Macri y los poderosos tienen ideas fuerzas y por eso ganan. Cristina también y por eso permanece a pesar de la catarata de porquerías que le tiran encima. Ella tiene un lugar en el corazón del pueblo.
Si la aspiración de Bordet es seguir terciando en política se debe estar planteando dos posibilidades, jugar a ser elegido como segundo de Macri o participar de un proyecto que lo enfrente. Esa disyuntiva estará presente en el encuentro de este sábado aunque no se manifieste.