Si bien la noticia de semejante demanda de mano de obra sería la envidia de cualquier región de nuestro país, nada garantiza que ese requerimiento pueda llegar a cubrirse. Vale como ejemplo lo que sucede esta temporada, cuando el sector advierte que a pocos días de comenzar con la cosecha, todavía no se cubrieron las 7.000 plazas disponibles para trabajar en la recolección del fruta. “La realidad la vamos a ver cuando la gente que se anotó efectivamente concurra a trabajar” advierte Scordia, remarcando que “para los productores es una incertidumbre saber que va a pasar en el pico de cosecha, que va a arrancar ahora a mediados de octubre”. Explicando que “la experiencia dice que hay un 30% de inscriptos que no concurre. Ya sea porque no esta conforme con lo que gana, pero fundamentalmente porque no están acostumbradas a realizar tareas en el campo y les cuesta ir a trabajar al sol, prueban y luego lo dejan de lado”.
Mientras tanto, sigue ascendiendo la curva que grafica el crecimiento de plantas sembradas en toda la región de Salto Grande.
Consultado sobre las estimaciones difundidas por la Secretaría de la Producción, donde se habla de 10.000 cosechadores para dentro de 5 años, Scordia sube la apuesta y aclara que “no es necesario que se cumplan 10 años. Creo que el año que viene ya vamos a rondar esa cifra y en 5 años mas, vamos a necesitar entre 15.000 o 20.000 personas”
Hasta el momento la mayoría de los trabajadores empleados por el sector limita su tarea a la recolección, pero “con una masa tan grande gente que no sabemos si se puede llegar a juntar, porque es un cultivo que requiere solo tres meses de cosecha, a los productores no les va a quedar alternativa que volcar una gran parte a la industrialización, lo que se deberá hacer por máquinas”, adelantó el dirigente de APAMA.
Esa industrialización tenderá a que se agregue valor a la fruta fresca, ya sea por congelamiento, presentaciones especiales, jugo, mermeladas y pasas.