Luego de reconocer falta de coordinación entre la autoridad monetaria y el equipo económico, Macri confirmó lo que ya había adelantado el ministro Hacienda, que habrá “más inflación y menos crecimiento”, y delegó la lucha contra la inflación en el Banco Central.
Respecto de la media sanción que ya consiguió la oposición en la Cámara baja a su proyecto de retrotraer las tarifas de la luz, el gas y el agua a diciembre de 2017, el Presidente repitió que “hay que pagar lo que cuesta la energía”, y afirmó que será la Argentina la que decida cómo llegar a las metas que el Gobierno acuerde con el Fondo Monetario Internacional. “Fuimos nosotros los que fuimos a pedir dinero”, y el Fondo, “como cualquier prestamista, querrá saber cómo le vamos a devolver el dinero”, agregó el mandatario, quien definió el Stand-By del organismo internacional como una “una gran oportunidad, una herramienta que nos dará más estabilidad”.
“Tenemos que lograr un acuerdo para reducir el déficit fiscal”, dijo. A lo que agregó que “el acuerdo que vamos a hacer con el Fondo es de acelerar la reducción del déficit”.
Precisó que "el FMI va a acordar con nosotros un número" como meta de descenso. Sin embargo, dependerá del Gobierno decidir dónde recortará la plantilla laboral y el gasto en general: "Cómo lo reducimos es un tema nuestro. No nos tiene que incomodar".
“Hay que resolver el problema de muchas décadas, que nos ha llevado sistemáticamente a crisis. Ahora hay que acelerar”, comentó el jefe de Estado en conferencia de prensa en la Residencia de Olivos.
Ante esto, opinó: “La autocrítica que me hago es que por mi personalidad siempre he sido muy optimista. He puesto metas muy ambiciosas”.