Este lunes se sumó un nuevo componente a la negociación, porque apareció el renovado apoyo del Fondo Monetario Internacional (FMI) a la contrapropuesta argentina junto con una advertencia acerca del poco margen para que el gobierno siga mejorando la oferta sin afectar la sostenibilidad en el repago de la deuda.
Esto significa que el Fondo avala lo hecho hasta aquí por el gobierno, lo cual eventualmente podría traducirse en un acuerdo de financiamiento para reestructurar el megapaquete obtenido por el gobierno de Mauricio Macri. Un nuevo acuerdo con el FMI es el paso posterior al de los bonistas. Visto del otro lado, el FMI da una señal de que no está de acuerdo con una oferta mucho más generosa para los bonistas, lo cual es determinante porque sin la plata del Fondo, Argentina no puede pagar su deuda.
Las negociaciones entre el gobierno argentino y los acreedores titulares de bonos emitidos bajo legislación extranjera por 66 mil millones de dólares se lanzaron formalmente a fines de abril, cuando el gobierno dio a conocer su propuesta de adhesión al canje. El primer plazo de vigencia de esa propuesta expiró el 8 de mayo y fue prorrogado hasta el 22 de mayo, cuando venció también el límite para pagar intereses por 503 millones de dólares, que no fueron abonados. Por esa decisión, en el mercado financiero se activaron los seguros contra default, que consisten en contratos entre privados, que se apuestan a favor y en contra de la cesación de pagos. Esto no implica en sí mismo un costo para el Estado nacional. El siguiente plazo de expiración del canje se estableció que fuera este martes 2 de junio. Sin embargo, la continuidad en las negociaciones y el acercamiento de las posiciones derivó en una nueva postergación, hasta el próximo viernes 12 de junio.
En el medio volvió a jugar fuerte el FMI diciendo que aprueba la nueva propuesta argentina. También dejó entrever que más allá de los 50 centavos se pone en juego la sostenibilidad. Esto es una fuerte señal porque la aprobación o no del FMI a la posición argentina se va a traducir más temprano que tarde en el otorgamiento de un nuevo paquete para refinanciar lo otorgado a Macri. Y si no hay acuerdo con el Fondo, tampoco podrán cobrar los bonistas. En este juego de posiciones, el valor de 50 centavos como valor presente neto ahora gana peso como un posible límite a la oferta argentina.