Zamora renunció a la Asociación de Ribereños y denunció persecuciones de la CTM

A la hora de pegar el portazo Zamora subrayó que “de mi parte hubo siempre una postura clara. Cansé a los ribereños repitiendo que lo esencial es la unión. Insistí en ello permanentemente, a pesar que desde la Delegación Argentina en CTM se hiciera lo opuesto, seguramente a fin de dividir para lograr sus propósitos”, denunció.
En este marco de cosas dijo que hay información que no fue dada oportunamente. Al respecto confió que “se firmó un decreto que se convirtió en ley de servidumbre que, hay que destacar, nunca fue aprobada por la Asociación. Esta ley arranca con cota 36 en la represa”, pero remarca que “dentro del articulado figura la posibilidad de expropiación”•.
En ese marco agregó que “estuvimos reunidos con el subsecretario de Energía de la Nación, ingeniero (Bautista Jacinto) Marcheschi, quien nos transmitió que hay un convenio con Uruguay para trabajar con una cota de 35,5 metros, lo que es grave porque hay gente que puede quedar con su propiedad bajo agua”, advirtiendo que “esto ya está y estaba antes de la ley de servidumbre. Por otra parte, quiero remarcar que la ley no da solución para los problemas de la erosión”.
Zamora continuó narrando que “nos dijeron que planteemos el problema en la CAFESG, lo que hicimos, pero no tuvimos respuesta”. Asimismo denunció que “hay algunos miembros de la comisión directiva que comenzaron a jugar a mis espaldas y lo peor que se puede hacer es jugar en contra de quien está sentado al lado de uno. Eso no se debe hacer”, dijo justificando su renuncia. “Hay gente que no juega de frente con cosas que no puedo dejar pasar, más cuando se oculta información que tendría que haber sido dada a los ribereños hace meses”.
Finalmente concluyó con que “soy una persona frontal y eso no le gusta a mucha gente, pero además no sólo no les gusta, sino que no les conviene”, enfatizó. “No estuve ni estoy casado con nadie. Hay cosas que se pueden tolerar y otras no. No hay marcha atrás en mi decisión”.