Así por ejemplo operan otras áreas del negocio del consumo masivo como algunas cadenas de supermercados o las mismas carnicerías que establecen el precio del corte según el barrio y la disponibilidad. El ingreso de la holandesa Trafigura en las estaciones que eran de Petrobras promete darle cierta competencia al sector, según razonan en YPF.
En el Ministerio de Energía también están ansiosos por ver más competencia en los surtidores, la puja por los clientes empujará a los precios a la baja más que el actual comportamiento del mercado, estiman apostando a que se genere ese comportamiento. Entre 2005 y fines de 2017, los precios de los combustibles siguieron un acuerdo entre productores, refinadores, sindicatos y gobiernos provinciales. Esa situación provocó distorsiones para las petroleras, que se vieron impedidas de exportar, porque les impusieron topes.
Pero esas imposiciones también perjudicaron a los consumidores cuando el valor del crudo bajaba afuera y eso no era reflejado en los surtidores locales. Para que la Argentina funcione como el resto de los países, el Gobierno removió obstáculos existentes y habilitó precios libres. Desde que sucedió, el precio del barril solo fue en ascenso. Las previsiones para este año son alcistas, lo que presagiaría otros aumentos próximos.