martes 23 de diciembre de 2025

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Yolanda Ortiz: La Justicialista que fue primera autoridad ambiental en Latinoamérica

Era la única en un gabinete formado íntegramente por hombres. Con respecto a esto, ella decía “…Esa fue una jugada muy fuerte, los secretarios no le perdonaron haber sido desplazados por una mujer. Perón quería que fuera una mujer, porque Evita le había transmitido todo lo que puede una mujer. Él tuvo una visión como ningún estadista, vio muy claro que el tema del ambiente no era un problema más, sino “el” problema…”

Rememorar su figura, nos llama a reflexionar sobre un tema que los/as peronistas no hemos tomado como propio, como parte del imaginario del movimiento, que es el tema del ambiente y los bienes naturales. Con el mismo ímpetu que divulgamos las 20 verdades y las 3 banderas, deberíamos difundir el “Mensaje ambiental a los pueblos y gobiernos del mundo”,el verdadero testamento ecológico y productivo de Perón.

Comprenderemos que, hace más de 50 años, éste nos advertía de la marcha suicida que la humanidad ha emprendido a través de la contaminación del medio ambiente y la biósfera, el despilfarro masivo en las sociedades de consumo, el espejismo de la tecnología, la extinción de especies, la contaminación del aire en las ciudades, el despilfarro de agua, la producción de alimentos, y tantas otras consecuencias que hoy tienen su actualización y análisis en la Encíclica Laudato Sí del Papa Francisco.

En este momento donde se debaten porcentaje de retenciones, inflación, desempleo, devaluación, plantear la cuestión ambiental resulta para algunos/as una cuestión descabellada, o que no tiene que ver con lo importante o lo urgente. Como la misma Ortiz señala, “la visión economicista de algunos funcionarios del gobierno, que consideraban que medidas de este tipo frenaban el desarrollo de la sociedad…”.

En relación a ello, es que la Secretaría que ocupó Ortiz dependía del Ministerio de Economía,  porque “los temas ambientales son cuestiones económicas, no se puede lograr un desarrollo sustentable sin superar la pobreza, hay que llegar a lograr una armonía entre la producción y el medioambiente”.

La lucha por defender el ambiente es una lucha estratégica por el bienestar de las actuales y futuras generaciones.

Identificamos a los más vulnerables únicamente en meros términos económicos, perdiendo de vista de vista que son los sectores que, también, más sufren la contaminación, el hacinamiento, la escasez de bienes naturales, las catástrofes naturales debidas al cambio climático.

La compañera Yolanda fue una transgresora; nacida en Tucumán en 1923, estudió en la Universidad de Buenos Aires en un momento en que el acceso a las universidades estaba sólo “reservado” para los hombres. No conforme con eso, consiguió una beca en la década del ’60 en Francia, para profundizar sus estudios. Trabajó y dedicó su vida al estudio ecológico, era de ciencia y por ello concientizó sobre la problemática, pero era de acción; y por ello transformó sus ideas en decisiones políticas.

Una mujer sensible que intentó contribuir desde su lugar a una vida más digna y saludable, tuvo la inteligencia de identificar al problema ecológico en su faz económica y productiva.

Hombres y mujeres, independientemente de las banderías políticas, deberíamos  tomar su ejemplo, y con el mismo coraje, sensibilidad, constancia y responsabilidad hacernos cargo de que el cuidado del ambiente es una tarea indispensable para la construcción de una sociedad alternativa. No habrá justicia social, ni soberanía política, ni independencia económica, si no debatimos cómo vamos a proteger nuestros bienes naturales, y cómo los vamos a utilizar de manera racional, respetuosa y responsable.

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