Yo quiero a mi bandera

El dialogo entre el cronista y la docente fue revelador. “¿Querés una escarapela?” preguntó. “No, gracias, no tengo plata” fue la respuesta, más que nada fundada en las pocas ganas de frenar para buscar monedas perdidas en los bolsillos, perdidos a su vez entre tantos abrigos debido a la mañana invernal. “No es necesario, si las estamos regalando” retrucó, a su vez, la docente.

Los chicos que pedaleaban sin parar alrededor del monumento tienen entre 5 y 6 años, pertenecen al nivel inicial y a EGB 1 de “Los Naranjos”. “Es un trabajo que venimos haciendo desde la semana pasada, ya sea por la decoración de las bicis y el aramado de las escarapelas” agregó la docente.

“La gente lo toma bien. Hay gente que la acepta y hay quienes no” agrega. En ese caso, “se respetan las opiniones aunque no nos dan explicaciones del porqué” dice Paoli. “Hasta las 11:30 van a seguir repartiendo escarapelas y finaliza el lunes con el acto del 25 de mayo” añadió la docente, quien coordinaba la entrega de las escarapelas con cuatro colegas.

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