“Yo no veo el profundo deterioro”, dijo el director de la escuela Nº 74 “J.J. Valle”

“Lo que estaba en profundo deterioro era el porche de entrada de la escuela, estaba despegado totalmente y se estaba cayendo”, añadió luego.
“Pero la estructura de la escuela, si bien ha sufrido algunas modificaciones, algunos movimientos, no son de gravedad, según lo han certificado los profesionales. Hubo algunos movimientos de suelo pero no hay ningún peligro de derrumbe”, dijo el director.
Los movimientos de suelos se deben, según Fontanari, a “alguna compactación o por alguna napa que esté medio cerca de la superficie que vaya cediendo. Pero en los planos se ha visto que las zapatas están firmes. Además se han hecho un estudio de las rajaduras y se ha demostrado que no son progresivas”.
Por otro lado, los encargados de la empresa a cargo de la reparación de la estructura les aseguraron a las docentes “que las aulas no corren ningún riesgo de derrumbe, pero les van a hacer algunas reparaciones para mayor seguridad”, indicó el mácimo responsable del establecimiento educativo.
Durante el período de clases deberán convivir docentes, alumnos y la empresa constructora en el mismo edificio. “Sino, tendríamos que perder el año”, indicó el directivo. Las autoridades deberán utilizar todos los espacios disponibles en la escuela. “Ocuparemos la biblioteca para que funcione un aula”, expresó.
“Los cimientos están en condiciones”, señaló Fontanari, a instancias de las autoridades de la Zonal de Arquitectura. Los docentes expresaron en numerosas oportunidades sus temores respecto del estado de la base del edificio.
El trabajo en conjunto entre docentes y empresa requerirá de colaboración mutua. “Nos avisarán en que lugares hay peligro; donde van a trabajar al otro día; que horarios tenemos que cumplir, si debemos reducirlos; o no dar clases en un determinado día cuando ellos hagan esos movimientos de tierras con máquinas pesadas”, expresó Fontanari.
Al ser consultado si se plantea realizar una demanda a la empresa de construcción que estuvo a cargo de la edificación de la escuela, cuyo nombre es MARENA y se radica en Bs. As., debido a que a los seis años de haberse construido el edificio presenta graves deficiencias, Fontanari respondió: “lo ignoro, eso lo va a manejar la zonal de Arquitectura. Desde la escuela no, no es de nuestra incumbencia”.

CTM, a cargo de las aberturas

Ayer, en asamblea, las docentes decidieron que ni bien la CTM (Comisión Técnica Mixta) envíe personal destinado a reparar los vidrios de la escuela, automáticamente, al otro día comenzarían con los recuperatorios. CTM se encargará del recambio de aberturas, la colocación de rejas y mallas de contención.
Cuando CTM comience la labor, los docentes arrancarán con los recuperatorios. “No estoy hablando de las clases estoy hablando del recuperatorio. Si al terminar el recuperatorio, la empresa no termina con las ventanas, volverían a parar los docentes”, puntualizó Fontanari. El problema es que los recuperatorios probablemente finalizarán antes, porque las tareas a cargo de CTM insumirán de 10 a 15 días.

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