En diálogo con Mañana del plata (Radio Del Plata Paraná), Yedro afirmó que “es indudable que luego de nueve años, y con todo lo que se ha dicho, la gente tiene sospechas. Y en eso han influido algunos medios que se han encargado de juzgar y condenarme antes que lo haga la justicia. Por eso, a mi lo que me interesa es llegar al debate público para saber si la verdad es la que yo digo o la que dicen un juez y un fiscal mentiroso”.
Consultado sobre los motivos por los que no concurrió a la audiencia de casación que en la que el Superior Tribunal de Justicia rechazó el planteo de inconstitucionalidad presentado por su abogado Jorge Romero, dijo que “hace nueve años que estoy de presentaciones. Lo de ayer era una cuestión formal que no esta íntimamente ligada con el fondo de la cuestión, que es el delito. Nosotros consideramos que es inconstitucional la figura del enriquecimiento ilícito, que es algo que figura solamente en el Condigo Penal argentino”.
“Yo no tenía obligación de presentarme, ni siquiera mi abogado, el doctor Jorge Romero -que fuera fiscal de Estado a comienzos de la actual gestión de Jorge Busti-. Pero además, en una anterior presentación, él había sido felicitado hasta por el fiscal que en su dictamen se opuso al planteo por la inconstitucionalidad del delito, y hay muchos que piensan igual pero falta coraje, sobre todo en los tiempos que corren”, dijo el ex legislador.
Además, el ex legislador afirmó que “el debate no se iba realizar hasta tanto estuviera conformada la cámara. El año pasado se fijó una fecha, pero el comienzo del juicio oral se suspendió, por eso Romero me dijo que interpusiéramos el recurso, pero esta dilación no fue causada por mi parte. Si se demoró es porque hubo un juez cobarde que no se animó a dictar el procesamiento cuando yo era senador, como lo hizo después utilizando mentiras y después de haber sido amenazado por la Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA) que le dijo que si no lo hacía sería sometido a un juicio político”.
Sobre la acusación puntual que pesa sobre él, Yedro aseguró: “Yo nunca tuve acceso a fondos públicos, no manejé cheques del Estado ni tuve acceso a una licitación, de manera que no pude haber cometido ese delito. Además, el fiscal no incorporó absolutamente nada a la causa y hasta soporté una investigación de la AFIP (Administración Federal de Ingresos Públicos) de dos años y otra de una comisión de lavado de dinero”, para luego agregar que “los únicos fondos que manejé fueron los que me pagó la provincia, mis bienes son los que están en el expediente y todos fueron denunciado por mí. Por eso, creo que el objetivo siempre fue condenarme y si no lo hicieron fue porque no encontraron elementos”.
Más adelante, expresó que “yo resisto no sólo el archivo moral y económico, sino también el periodístico porque durante 35 años de militancia nunca borre con el codo lo que escribí con la mano. En política nunca estuve de la mano de nadie, siempre mantuve mi independencia de voz y de pensamiento y no busqué espacios políticos para que me defiendan, tal vez si lo hubiera hecho la historia sería otra”.
Finalmente, Yedro dijo que “en 1996 tenía mi casa, una casa comprada en un remate judicial, un auto, mi estudio jurídico y mi prestigio como abogado porque nunca viví de la política; obtuve un préstamo de 500.000 dólares para comprar un campo que fue hipotecado, aunque nadie lo dice. La única instancia que me queda es decir mi verdad en los tribunales porque nadie me creerá si digo que en la pericia que se hizo para constatar mis bienes el perito sobrevaluó el valor de mis bienes en un 400 por ciento y subestimaron lo que gané como senador y como abogado. Yo se que soy el pato de la boda”, y sentenció: “Es terrible soportar la injusticia, pero soportar la traición es mucho peor”.
