El ex senador provincial cayó en la cuenta que le “tocó ser el pato de la boda o el jamón del sandwich y sé que son cosas que tengo que aceptar». El ex legislador cargó contra la desaparecida Fiscalía de Investigaciones Administrativas (FIA), a la que le endilgó no haber aportado siquiera “un solo dato, salvo causarme un inconveniente familiar al publicar que yo estaba prófugo”.
“Esta situación me ocasionó inconvenientes familiares, como cuando mi hija me llamó por teléfono llorando porque teóricamente estaba detenido tras una publicación de este organismo”, recordó en declaraciones a Radio La Voz, manifestando que “tuve que llamar a una conferencia de prensa y aclarar la situación”.