Ya no es un sueño tener la casa propia

Además, según publicó el suplemento Cash en Página 12 el domingo 7 de julio, hay otras 57.150 personas que ya comenzaron su gestión del crédito en las sucursales del Banco Hipotecario de todo el país, y 35.200 que salieron sorteadas y están a la espera del primer encuentro. En total, son 123 mil familias. Según anticipó la presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la intención es llegar a fin de año a las 85 mil viviendas en construcción con fondos del plan

Oscar Parodi tiene 48 años, es maestro mayor de obras pero actualmente trabaja en una empresa agropecuaria. Hace tres años adquirió un lote de un terreno baldío ubicado entre el barrio Belgrano y el Luz y Fuerza mediante una asociación civil de profesores del Instituto de Profesorado Concordia, al que accedido por invitación.

El proyecto tenía como finalidad solicitar al IAPV el financiamiento y la construcción de las viviendas. Pero naufragó por la falta de fondos de la repartición provincial. “El origen de la asociación fue presentarse ante el IAPV. Tuvimos buena relación con Alfredo Francolini que nos dio una buena mano, nos acercó la posibilidad de un crédito a nivel nacional alternativo al IAPV”, indicó. Tampoco prosperó esa posibilidad.

En ese interin, Parodi evaluaba ingresar a un plan nacional que lo otorga la Subsecretaría de Vivienda denominado “Sindicalmente Organizados”. “Es una herramienta que salió hace un par de años para los municipios pero no tenemos noticias de que se haya logrado hacer en algún lado”, indicó.

En esos meses surge el Procrear. En la asociación, en un primer momento, no lo visualizaron como una alternativa dado que buscaban un programa colectivo que solucionase el problema de todos y lograse un beneficio como una rebaja de los costos. “Pero individualmente algunos comenzaron a tomarlo como algo más firme, más concreto, por el tiempo que estaba pasando. En las últimas reuniones ya había un desánimo bastante generalizado y eso hizo que mucha gente empezar a ver lo del Procrear como una posibilidad concreta. Más cuando se veía que había sorteos y la cosa tomaba una dinámica interesante”, manifestó.

Parodi tenía en cuenta que, al ser un sorteo, podía salir favorecido como no. “Sé que algunos han ingresado un par de veces y no han podido salir beneficiados”, dijo. Pero no fue su caso: salió en el primer sorteo. “Tuvimos mucha suerte. Había mucha gente inscripta, creo que era algo de 70.000 y pico y 35.000 fueron los beneficiados”, dijo.

Antes del Procrear había concurrido al Banco Nación y averiguado por dos líneas de crédito. No obstante, señaló que en la comparación, el programa del Banco Hipotecario sale favorecido. “Tenés una determinada cantidad de cuotas a tasa fija y después varía con el porcentaje que te arroja el Indec, lo cual es muy beneficioso”, mencionó Parodi.

“Es la posibilidad que en la asociación charlábamos o en rueda de amigos. ¿Por qué hoy en día para la clase media no existía esa herramienta? Yo estoy muy contento de ser beneficiario pero también cuando veo que esto puede beneficiar a mucha gente que puede acceder a su vivienda”, sostuvo.

Luego del sorteo, en el banco les otorgaron una fecha para presentar una carpeta. “Mientras tanto uno va ganando tiempo haciendo lo del proyecto, la parte municipal. Depende del tipo de construcción que uno elija, hay algunos sistemas alternativos a los tradicionales, que hacen que los tiempos sean mucho más cortos. En el caso nuestro, que vamos a utilizar un sistema mixto combinado, estamos hablando de unos siete meses. Me enteré que hay gente que ha salido sorteado hace nueve meses y ya están habitando las casas”, manifestó Parodi.

“Todavía no caemos”

Ariel Dománico, tiene 38 años y es empleado. Alquilaba y en 2008 adquirió un terreno y luego comenzó a gestionar una línea de crédito del Banco Hipotecario. “La verdad es que no te daban nada, estábamos viendo que hacer porque no te daban mucho dinero. Por lo menos por las líneas tradicionales y el interés es mucho más alto”, recordó. “Creo que te daban $ 120.000 con toda la furia o podías llegar a $ 200.000 pero para llegar tenías que entregar $ 20.000 para comprar cédulas hipotecarias. Era muy rebuscado. La verdad es que no estaba bueno”, manifestó. En cambio, con el Procrear accedió a un crédito de $ 340.000.

Cuando surge el Procrear, dijo que le pareció “bárbaro”. “Apenás salió, lo que sí, por ahí uno no se hace muchas expectativas porque dijeron que iba a ver mucha gente. De hecho no sé cuantos había para las primeras entrevistas pero, bueno, con seguir los trámites, anotando los sorteos, yendo a las charlas, con la documentación estábamos bien, sabíamos que teníamos todo en regla. Más que nada era por la demanda, no sabíamos donde íbamos a quedar y porque era un sorteo”, añadió.

“A mitad del año pasado empezamos con las gestiones y el crédito me lo otorgaron en diciembre del año pasado. Lo hicimos como grupo familiar, juntamos los dos sueldos”, manifestó. La obra le insumió cerca de siete meses. “Fue muy buena, la verdad es que la posibilidad que te dan no te la da ningún otro banco y tengo a amigos que empezaron a construir con este plan”, indicó.

Dománico remarcó que hay que ser “precavido”. “No gastar por demás, anticipadamente antes que te den los desembolsos”, señaló. El programa contempla cuatro desembolsos que se van aprobando a medida que se aprueban los certificados de avance de obra. El primer desembolso, el inicial, fue rápido. El segundo tardó diez días y a partir del tercero “se había implementado una política que una vez solicitado te lo daban a los 15 días hábiles”.

Estar dos semanas sin movimiento era un gasto imprevisto para Ariel. “Es un número, viste que en construcción tenés que seguir pagando a los albañiles. Hay que ser bien precavido, consciente de lo que gastás para no excederte y no quedarte sin plata”, indicó.

Hace una semana que Ariel se mudó junto a su familia a la nueva casa. “Todavía no caemos. Hasta que uno se acomoda parece que está de vacaciones en una casa que no es tuya”, señaló. Por ahora paga $ 3.900 por mes. “Por lo menos durante cuatro años y después esperemos que no haya nada raro. Es un número pero es propio. Estás pagando tu casa y como la quisiste hacer. Ni hablar que es una casa mucho más grande que donde estábamos viviendo”, sostuvo.

Más posibilidades con hijos

Emiliano Bedriñan tiene 28 años, está en pareja y tiene una hija. Hace tres años adquirió parte de una media manzana, por calle Sarmiento entre Italia y Solari, junto con un grupo de interesados en construir su vivienda. “Necesitábamos financiación e incluso habíamos visto a través del IAPV que nos ayude con parte de la obra. Tuvimos varias reuniones y de hecho, íbamos a escriturar como una asociación civil por eso. Pero después de varias reuniones y de un año y pico de buscar no la conseguimos”, recordó.

En consecuencia, terminaron escriturando en forma individual para acceder al Procrear. “Lo veía viable porque el monto a financiar era mucho mayor y lo veía mucho más viable que al IAPV porque es una vivienda más social que otra cosa”, señaló. “Sabíamos que podía ser una limitante el IAPV porque depende de los fondos de la provincia. Por eso lo veía como algo mucho más imposible que lo del Procrear”, dijo Bedriñan.

El beneficiario sostuvo que veía con interés el plan debido a que los padres de familia tenían más posibilidades que las personas solteras. “Los cupos que se abrían variaban en función de eso. Si tenías dos hijos tenías más posibilidades que una pareja con un hijo, el que tenía un hijo más posibilidades que las personas solteras que tenía terrenos”, señaló.

A fines del año pasado, salió sorteado para obtener un crédito de $ 340.000 y contaban con un plazo de 90 días para presentar la documentación, incluyendo los planos del arquitecto visados por la municipalidad. La construcción comenzó en febrero y la vivienda está en plena construcción. “Estamos esperando el tercer desembolso del banco”, indicó.

“Tuve el primer cortocircuito con el banco porque, a criterio de ellos no llegamos al 50 %, y según el criterio del arquitecto si pasamos ese 50 %”. Justamente, el tercer desembolso es el dinero que cubre los costos de la casa desde el 50 al 75 %. “Además me están pidiendo que justifiquemos cosas que habíamos presentado desde un comienzo. Por ejemplo el sistema constructivo que estamos utilizando”, señaló. Además le reclaman documentación ya presentada en primera instancia. “Evidentemente hay una mala comunicación o desprolijidad entre la sucursal Concordia respecto a la casa central”, señaló.

La cuota la deben comenzar a pagar a mediados de diciembre. “Arrancaríamos pagando $ 2.400 finales. Ese monto por los cinco primeros años y a partir del sexto año varía”, indicó Bedriñan.

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