El edil sabe que debe consensuar el proyecto con el resto de los concejales para poder aprobarlo. “Apelo al sentido común y a la buena voluntad de todos”, dijo. Indicó que no se trata de un “ataque” hacia los vendedores sino que “se trata de una situación que se viene arrastrando desde hace mucho tiempo y hoy es necesario sentarse a buscar una solución”.
De aprobarse el proyecto la peatonal se extendería por Entre Ríos hasta Buenos Aires-Quintana. Pero, previamente, establece la creación de una comisión que estudie el traslado de los vendedores ubicados en el predio de Quintana y Entre Ríos.
La iniciativa apunta a “blanquear” la propiedad de los locales. “Hay que reestablecer lo que originalmente se pretendió, que quienes antes vendían en la peatonal tengan su local y puedan ejercer el comercio de un manera más ordenada”, indicó.
El edil explicó que hay varias alternativas para reubicar a los puesteros, de las cuales “habría que elegir la mejor para preservar las fuentes de trabajo”. Una de ellas es el predio antiguamente conocido como la “Barraca Americana” –Hipólito Irigoyen entre Buenos Aires y R. Sáenz Peña-. “Creo que tiene condiciones muy buenas pero no es municipal”, aclaró. Otras opciones son el antiguo galpón de Fertimaq o la ex-estación Concordia Norte.
Wdowiak aseguró que la situación de “Las Pulgas” no se soluciona con un tinglado. Los vendedores aseguraron días pasados que están esperando un techo de amplias dimensiones para mejorar estéticamente el lugar. “Es un predio de escasas dimensiones donde hay 85 locales totalmente abarrotados, prácticamente no entra la luz del sol”, dijo.
Incluso, el concejal esgrimió cuestiones atinentes a la seguridad de los mismos vendedores para promover la reubicación del lugar. “Espero que algún día no tengamos que lamentar ninguna desgracia porque se trabaja con productos de alta combustión. Es todo poliéster, si se llega a prender fuego, puede llegar a suceder cualquier cosa”, dijo.