Además de ser comerciante, “es uno de los tantos recicladores que hay en la ciudad”, dijo el funcionario. Consultado sobre el lugar donde se ubica el local de reciclado de Galarza, Loggio dijo: “la verdad que no me acuerdo, sé que en las inmediaciones del hospital Masvernat”.
Mediante el decreto que aprobó la licitación (Nº 117/2010) se adjudicó la concesión para la operación de la Planta a Leonardo Daniel Galarza, DNI Nº 30.015.893. A diferencia de la gestión anterior, que optó por la adjudicación directa lo que generó que la operación terminase en la Justicia Penal, la administración actual optó por llevar a cabo una licitación.
La subsecretaria de Servicios Públicos estimó que Concordia produce cerca de 100.000 kg. de basura (100 tnas.) pero sólo tienen valor comercial los residuos inorgánicos. “Nosotros en la basura tiramos de todo: desde la tierra que barremos del piso, un foco roto, cualquier cosa”, ejemplificó Loggio. Los camiones recolectores van a depositar la basura en la playa de descarga de la planta, en una cinta de clasificación donde trabajan los operarios, y se va a separar en distintos rubros: polietileno, plásticos blandos, plásticos duros, metal, vidrio, papel, cartón. Todos los elementos reciclables se prensan y se comercializan en el mercado nacional.
“Para la municipalidad y para los concordienses va a significar mejorar el hábitat y bajar los niveles de contaminación de un basurero a cielo abierto”, estimó Loggio. La concesión se otorgará por cuatro años. “Si la empresa cumple con los requisitos y las expectativas que tenemos, al cuarto año podrá solicitar otro período igual que queda a decisión de la municipalidad”, manifestó el subsecretario.
La empresa de Galarza tiene la obligación de hacerse cargo de los empleados que actualmente están trabajando en una cooperativa que quedó de la empresa Cetru SA, la anterior concesionaria de la planta de reciclado. “Esa fue una de las condiciones ineludibles que, por supuesto, la empresa la aceptó”, dijo Loggio.
Además, la empresa se comprometió a invertir en maquinaria. “Nosotros le exigimos una serie de máquinas que ellos tenían que cumplir pero a su vez ellos propusieron más de lo que nosotros solicitábamos”, mencionó. El municipio le solicitó una prensa y la empresa propuso tres. También se comprometieron en adquirir una abrumadora y una lavadora de polietileno, un triturador para plástico, un camión volcador, una tractopala, un autoelevador. “Un montón de maquinaria que ellos van a invertir para que la planta funcione bien”, indicó el funcionario.
“En la medida que procese y que la empresa evolucione, está en el pliego, en su propuesta de trabajo proponen ampliar la planta”, dijo Loggio. En ese sentido, aclaró que la cinta clasificadora no alcanza para trabajar 100 toneladas por día. Incluso, sostuvo que para procesar la totalidad de la basura hace falta dos plantas de la misma capacidad que la única existente. “Haría falta otra cinta clasificadora y otro galpón”, señaló.
Las mejoras están atadas al crecimiento del negocio. Además la empresa está obligada a abonar un canon sobre su facturación. “Va a ser progresivo”, manifestó Loggio. En el primer año es el 2,5 %, en el segundo año es el 5 %, en el tercer año es el 7,5 % y en el cuarto año es el 10 %. De renovarse el convenio, la empresa debería abonar el 10 % durante esos cuatro años.
