“La idea es poder sacar cuatro ollas grandes con guiso”, dijo. Tres se enviarán a cuatro lugares y una quedará en el club ubicado en el barrio Gruta de Lourdes. Pero se manejan con donaciones por lo que no saben hasta donde pueden llegar. “Hasta ahora vamos bien. Hay mucha gente que ha llamado para llevar donaciones esta tarde al club”, dijo Oyuela a Radio Ciudadana (FM 89.7). En Sarmiento, ubicado en calle 25 de Mayo y Pueyrredón, reciben polenta, carne, pollo y arroz además de verduras, aceite, condimentos y pan. Ademas reciben ropa de abrigo y frazadas.
La intención de los Payasolidarios no es solamente repartir comida entre las personas que están en situación de calle. “Estamos viviendo una época de crisis muy profunda y desde el grupo solidario manejamos realidades de familias que tienen para el almuerzo pero no para la cena. Son chicos que se acuestan con hambre y a eso se le suma el frío”, dijo.
Además, dijo que la ayuda de voluntarios, con utensilios, es fundamental dado que a las 16 comienzan a trabajar, pero los Payasolidarios son 30 personas y no todas coinciden en los horarios libres. “Arranco con poquitas personas porque es horario de trabajo”, dijo Oyuela.
La mujer destacó el gesto del club de abrir las puertas dado que tenían previsto hacer el guiso, pero lo iban a hacer en la calle hasta que por intermedio de la peña de Boca Juniors de Concordia les franquearon el acceso a las instalaciones del “Bicho Colorado”.
“Es realmente complicado el momento económico que estamos viviendo en Argentina. Estamos viviendo una crisis; un momento de precariedad económica debido a la pérdida de trabajo y demás. Ha habido una involución en cuanto al bienestar social de toda la comunidad. Hemos tenido que acentuar algunas políticas de ayuda social porque hay mucha necesidad, mucha pobreza”, dijo.
La mujer sostuvo que Concordia tiene barrios donde realmente las personas están desatendidas socialmente. “Lo único que le pido es que, si el intendente me escucha y su equipo de trabajo, es que Acción Social salga a la calle, que deje las oficinas, porque realmente es terrible lo que se ve en la calle”, dijo. “Yo sé qué hace frio, que es más linda la oficina con una estufa. Que quizás hace muchos años hicieron mucha calle y hoy están más grandes y uno busca ciertas comodidades pero, en estos momentos de crisis, es necesario que salgan a la calle, charlen con el vecino, que hablen. Hay pobreza aunque a algunos les moleste esa palabra”, dijo.
“Ayer anduvimos recorriendo barrio La Roca donde no tienen ni siquiera el servicio de recolección de basura que tanto estamos pidiendo”, dijo. El barrio mencionado nació al costado del asentamiento Nueva Esperanza, en los extremos de la zona noroeste de la ciudad, y el nombre deriva de la presencia de una roca gigante en la esquina de España y 2 de Abril.
“Son terrenos que estaban vacíos y que no se puede construir arriba porque hay una piedra de dos manzanas. No se puede perforar la tierra para hacer casas de cemento. Ahí se instaló un asentamiento de casitas de madera”, dijo. Incluso, más abajo se instaló otro asentamiento de 50 familias y otras 50 más en sus proximidades.
Oyuela contó el caso de una familia en La Roca donde una mujer contaba que había trabajado toda su vida, pero se quedó sin sustento laboral en una fábrica. No pudo seguir pagando el alquiler y le ofrecieron, por $ 3.000, una casilla de madera. Se instaló en esa barriada y la mujer dijo que solo tiene para darles de comer a los tres hijos al mediodía mientras que ella hacía dos días que no ingería alimentos. “Pero nos da vergüenza pedir”, decía la mujer.