En la cabeza del gobernador ya está tomada la decisión de endeudar la provincia en –mínimamente- u$s 300 millones para capear el temporal financiero que soporta.- La mayor parte de esa masa de dinero será destinada –a no dudarlo- a cancelar la fabulosa deuda flotante de las célebres Letras de Tesorería de las que usó y abusó Urribarri para poder pagar en tiempo la cuantiosa masa salarial de los estatales, docentes y pasivos entrerrianos.-
En tiempos del kirchnerismo épico y con la bandera del “desendeudamiento” el país tuvo vedado su ingreso al mercado internacional de capitales gracias al irresuelto conflicto con los hold outs, y las provincias debieron peregrinar y arrodillarse ante el poder omnímodo de Cristina Kirchner para poder atender sus necesidades y echar mano de la emisión de letras y bonos en el Mercado Abierto Electrónico para obtener fondos frescos a tasas usurarias que acumulaban el déficit financiero mes a mes.- Cerrado el capítulo del défault argentino –cuya impecable negociación llevada adelante por Prat Gay y el resto de su equipo económico ha sido objeto de elogios por economistas y consultores del PJ y del massismo- Bordet ya tiene el aval del gobierno de Macri para salir a tomar crédito externo más barato que el que contraía Urribarri en el mercado local.
No crea por eso el lector que esa cifra será destinada a la infraestructura que hoy mas que nunca se hace patente en la provincia.- Con certeza, irá a parar al bolsillo de los inversores locales a los que Entre Ríos aun les debe varias series de letras de Tesorería, para cerrar esa bola de nieve que amenaza las arcas provinciales.- 10.000 millones de pesos es la magnitud del déficit financiero que padece Entre Ríos, dicho en boca del mismísimo Ministro de Hacienda Hugo Ballay (ex CAFESG) y se trata de un monto que asustaría al mas avezado economista, en una provincia que tiene un Presupuesto Anual de 50.000 millones de pesos.- Para que se entienda mejor, el déficit representa el 20% del presupuesto entrerriano de 2016.-
Con la producción arrocera en crisis casi terminal –una de las economías regionales más dinámicas y productivas de la provincia-, las pérdidas que se avizoran en la cosecha de soja, la caída en los fondos de coparticipación por la eliminación y baja de retenciones agropecuarias, los cambios en el Impuesto a las Ganancias (vía suba del mínimo no imponible a $ 30.000 en los sueldos) y la quita del IVA a los productos alimenticios de la canasta básica que benefician a los más pobres y la paralización de la obra pública Entre Ríos padecerá una merma de recursos que se hará sentir con mayor dureza de la que hoy se vive.-
Todos estos impuestos son coparticipables a las provincias y esta disminución deberá ser compensada de algun modo.- Descartada por el gobierno de Bordet la política del ajuste en el gasto público, no queda otra vía que no sea una nueva presión fiscal o la toma de deuda para enjugar el déficit.- De allí la generosa moratoria impositiva que lanzó la ATER y que se advierte exitosa a la luz de los miles de acogimientos que ya registra por parte de contribuyentes morosos.
La esperanza también se deposita en la devolución del 15% que durante 20 años la Provincia tuvo que aportar para sostener el sistema previsional nacional (desde 1.994 cuando irrumpieron en escena las fallidas AFJP hasta 2015 gracias a la sentencia de la Corte Suprema de Lorenzetti que ordenó devolver a Santa Fé, Córdoba y San Luis todo lo retenido por la Nación), que se encuentra en una dura negociación con el gobierno de Macri para que esas remesas de dinero fresco comiencen cuanto antes, aunque sea en cuotas y financiada en años.
En Entre Ríos no sólo buena parte de la tierra y los cultivos están bajo agua.- Nunca como ahora el clima adverso sinceró una ausencia de infraestructura en los “caminos de la producción”.- No sólo el agua impide al productor poder levantar sus cosechas sino que –si quisiera hacerlo- el anegamiento y el desastroso estado de la red vial provincial –la enorme mayoría de tierra- le negaría su salida de las chacras hasta los centros de almacenaje y comercialización.- La mentira de “Todos los días una obra más” se estrelló de lleno con la realidad que unos cuantos milímetros de agua dejaron al desnudo.-
Para colmo de males, Bordet ni siquiera se puede dar el lujo de culpar al gobierno saliente porque él mismo es la “criatura del proceso” que gobernó durante 8 generosos años de lluvia de recursos mal administrados y peor gastados.- Sólo sirva de ejemplo el requerimiento de la jueza Servini de Cubría al actual diputado Sergio Urribarri para que justifique los fondos con los que solventó su frustrada precampaña presidencial…para mencionar solo UNO de los ítems que con seguridad integran las causas del déficit heredado.
Sólo la devolución del 15% retenido por la Nación podría salvar a Bordet de tener que enviar un proyecto de ley que modifique la Ley de Jubilaciones y eleve la edad, los aportes y elimine los regímenes especiales de un sistema previsional que acusa un imparable déficit que en 2015 cerró en 2.000 millones de pesos.-
Por eso “Vivir con lo nuestro” hasta que pase el temporal parece ser la línea de trabajo que baja desde la cúspide del poder.- Porque hasta el momento y más allá de los anuncios y retos de Bordet –recuérdese la advertencia sobre el festival de licencias docentes- la reducción del gasto público es sólo una frase para un buen discurso.-