“Hay casas vacías en un montón de barrios. No te digo donde porque algunos quizás van a avivarse pero te puedo decir que nunca las ocuparon”, expresó el vecino. “Es impresionante las casas que no las ocupan, las tienen para los fines de semana. Hay casas que las venden en $ 20.000, en $ 40.000; otros te la vendían por $ 7.000, te la cambiaban por un auto”, señaló.
“Sería bueno que el Concejo Deliberante haga un proyecto cosa que no vendan las casas”, reclamó Solís. Incluso, recordó que el martes pasado le pidió personalmente a la concejal Dora Galli (PJ) que confeccione un proyecto antes de que finalice la actual gestión para que las viviendas de interés social no se comercialicen como si fuese parte del mercado inmobiliario. La misma exhortación la realizó hacia el gobierno provincial. “Que se haga algo para la gente que realmente necesita. Hay gente que tiene siete u ocho hijos, trabajan, son empleados golondrinas y no tienen posibilidad de tener una vivienda”, expresó Solís.
El vecinalista representa a un grupo de 64 familias que viven hacinados en viviendas que son compartidas por más de un grupo familiar. “Se han casado, tienen chicos. Son todos vecinos que necesitaban una vivienda. Están viviendo muy mal porque cada cual tiene que tener su intimidad”, indicó.
Los vecinos dialogaron con el intendente Gustavo Bordet y el gerente de la regional Salto Grande del IAPV, Roberto Mazarello, entre otros funcionarios. El martes, les anunciaron que el gobernador Sergio Urribarri decidió interceder y enviar dinero para adquirir terrenos del Banco de Tierras del municipio. “El que cotice más bajo se le va a comprar los terrenos para esta gente que están esperando desde hace mucho tiempo”, manifestó.
Justamente, Solís es uno de ellos. Perdió su casa en el barrio Constitución y se mudó al San Pantaleón, en la esquina de Concejal Veiga y Padres Capuchinos. La malvendió a su vivienda luego de un altercado con un vecino con frondoso prontuario policial que incluso llego a dispararle en el pecho. “La seguridad hoy está muy compleja, tuve que perder mi casa, mis hijos perdieron la casa y estamos viviendo todos juntos en una vivienda del IAPV, que es un dormitorio, cocina y baño. Con sacrificio estamos ampliando pero somos cuatro familias; fíjense la forma de cómo podemos vivir”, reflexionó.
El vecinalista finalizó agradeciendo a quienes intercedieron para la obtención de las tierras. “Es el sueño de la vivienda propia que muchos las necesitan”, expresó. Solís aseguró que sólo hace falta entregar las carpetas de cada familia al IAPV para que en un plazo de 45 días se realice la compra. Una vez realizada la operación, el vecino aseguró que las familias podrán instalarse en los terrenos precariamente al menos.
El lunes pasado, el IAPV informó que recuperó cerca de 60 viviendas debido a que se encontraban en situación irregular: no eran habitadas por los adjudicatarios, estaban en venta o en alquiler. Además Mazarello aseguró que hay entre 200 y 300 denuncias radicadas en la repartición a su cargo.
