Una docena de empleados están afiliados al CEC mientras que cuatro o cinco otros pertenecen a la Industria de la Alimentación. “En el caso nuestro hay cuatro o cinco personas que habían acordado un arreglo económico. Obviamente que son indemnizaciones mucho menores que las que les correspondía”, manifestó.
“Algunos trabajadores siguen en juicio contra la empresa y otros seguramente arreglaron. Lo que pasa es que el arreglo lo hicieron con la empresa y no a través de la Justicia”, indicó Simonetti.
“Los otros no están conformes con el arreglo y obviamente no aceptan la cifra que le proponen. Hay gente de mucha antigüedad, de 30 años, y una indemnización de 30 años es bastante importante. Son indemnizaciones que pueden llegar hasta el millón de pesos o cercano a esa cifra. Lo que yo me entere que habían arreglado es mucho menor a esa cifra. Por ahí alguno tenía alguna posibilidad de ir a otro trabajo y antes que pueda pasar algo, que presente quiebra la empresa, han acordado un arreglo económico”, señaló el gremialista.
Por su parte, el secretario general del Sindicato de la Alimentación, Jorge Martínez, dijo que los cuatro o cinco que estaban afiliados a la organización gremial que dirige arreglaron de la mejor manera posible teniendo en cuenta la mala situación en la que estaba la empresa. “Arreglaron bastante bien”, acotó Martínez.
