La violencia escolar puede consistir en un hecho aislado o ser esporádica, no por eso de menor importancia. Puede estar dirigida del alumnado al profesorado o viceversa o entre pares. Es un fenómeno que envuelve los sectores sociales, económicos y culturales.
En Concordia, en lo que va del 2015 son al menos cuatro los casos que registró el área de Departamental, coordinada y dirigida por Griselda Touliet. 'Hay casos que ni siquiera nos llegan porque lo tratan en las escuelas', indicó. La docente explicó además que una vez detectada la problemática, inmediatamente se aplican los protocolos. Para primaria intervienen los Equipos Interdisciplinarios y para la secundaria, los Equipos de Orientación Educativa. A veces, dependiendo del caso, se solicita también la colaboración del Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia, COPNAF. De esta manera, 'aplicando la mediación y las reglas de convivencia, se van solucionando, explicó Touliet.
A veces, 'a la violencia la ejercen afuera', dijo Touliet al referirse al caso de una joven de 14 años agredida al salir de la escuela Intendente Gerardo Yoya. La adolescente fue atacada tras retirarse del establecimiento por una compañera de otro curso y dos conocidas de la chica con la que habría mantenido una discusión. La víctima recibió golpes en el rostro y debió ser asistida en el hospital Masvernat. Luego, se refirió a la agresión que recibió una docente de la escuela Nº 73, Pancho Ramírez. En su momento, Touliet calificó al episodio como extremo y de mucha tensión. En la escena, un padre se presentó a dialogar con la docente y la conversación se tornó difícil; así es que el padre golpeó el portón y le arrojó un golpe a través de las rejas. Afortunadamente no alcanzó a herir el rostro de la docente. También recordó el caso que se registró en la escuela Agrotécnica Nº 152, 'Manuel María Calderón'. Allí, un alumno habría amenazado a un compañero.
Estos, son algunos de los casos que han tomado notoriedad, hay otros aislados que se solucionan en los establecimientos educativos sin llegar a ser acreditados por Departamental de Escuelas.
La docente remarcó que hoy en día hay intolerancia, 'toda la sociedad esta violenta, es un problema social'. 'El saludar, el buenos días, el buenas tardes se aprende en la casa, lo reforzás en la escuela', aseguró Touliet.
Por último puntualizó sobre los problemas edilicios que sufren algunas escuelas. A raíz de ello, en este último tiempo se han suspendido clases, se han llevado a cabo asambleas entre otras acciones. A este tipo de circunstancia, lo relacionó con violencia.
Al respecto, el docente Adolfo Andrés Amarilla, oriundo de la ciudad de Paraná y quien presentó en Concordia su libro 'Violencia en la escuela', manifestó que la violencia 'está dada desde la modernidad y posmodernidad donde se pierde el centro de atención que ya no es ni la religión ni el mundo, sino el hombre con una tendencia de poder, de deseo, de sexo, fuera de una ética y una moral que nos permita un equilibrio entre la vida'. 'Si el profesor no tiene autoridad pedagógica, yo no lo respeto y no pasa por ahí. No es un fundamento'.
En una experiencia como rector que tuvo el profesional en una escuela ubicada en el medio del campo de Paraná, aseguró que 'no hay ningún tipo de violencia porque los valores aún están firmes en la familia; donde dicen que al mayor se debe respetar y al profesor mucho más'. La violencia que se detecta en las escuelas tiene varios componentes, dijo Amarilla y remarcó que 'la violencia se aprende. También tiene que ver por una cuestión personal, es la libertad y decisión de cada uno, por ejemplo, hay personas que nacieron en la pobreza y nunca apostaron a la violencia'. Agregó además que 'la violencia se da en un gran componente por el descuido de las familias y por otro, las instituciones ya no cumplen el rol de 'educar'. Los establecimientos deben trabajar interdisciplinariamente'.
El docente que abordó en su primer capítulo la posmodernidad y la modernidad con la contemporaneidad actual, indicó que 'hoy los adolescentes viven como adultos, quieren resolver cuestiones que ideológicamente no están preparados entonces van a los golpes. Un gran componente es cuando se termina la palabra, las opciones'. En cuanto al trabajo sobre la violencia, manifestó que se puede trabajar con psicólogos, con un grupo de amigos, con deporte, con ocupación, con estudio.
Por su parte, Adrián Kölln, psicólogo de la ciudad de Concordia reflexionó sobre el fenómeno: 'Si bien es una violencia que sucede en la escuela, no está fuera del contexto social. La violencia que la misma sociedad produce también se dignifica en el ámbito escolar'.
El profesional destacó que la problemática se da en distintos niveles y con distintos grados de visibilidad, hay cierta violencia que se ejerce de un modo silencioso. Kölln explicó que esta particularidad se da cuando no hay intervención o no hay sanción ante situaciones de acoso, el llamado bullying (término proveniente de EE.UU y significa acoso entre pares). Eso también se plantea como una situación de violencia y ejemplificó: 'si una institución que está sabiendo que un chico está sufriendo el acoso de sus compañeros y no hace nada, también está ejerciendo violencia'. O los códigos de convivencia que proponen los profesores, 'por ejemplo no usar el celular, los chicos no usan el celular pero la maestra si, esto de algún modo es violencia', y agregó que 'el destrato a un alumno por no haber estudiado también es violencia'. En otra línea Kölln aseguró que de acuerdo a la demanda que traen los docentes 'hay más casos de violencia entre pares que con respecto a la violencia de alumno hacia profesor o de profesor hacia alumno'. Para trabajar sobre ello, señaló que es difícil pero que 'siempre se apela a la vía de la palabra por sobre la acción. Tampoco sirve 'a mayor sanción menor violencia', no resuelve la cuestión sino se debe pensar que la violencia sucede como síntoma o indicador de algo. Buscar poder desentrañar qué conflicto se está resignificando con esa violencia, ya que se puede dar por millones de factores'.
El profesional, junto con el psiquiatra Sergio Brodsky, dictó un taller sobre violencia escolar en la Uner de Concordia. Dicho encuentro, contó con la presencia de personas vinculadas al ámbito educativo. Allí, el fenómeno fue abordado desde una mirada histórica y social de los fenómenos de la violencia, con un recorrido por distintas épocas.
Lo cierto es que la escuela nos da un conjunto de herramientas para desempañarnos con fluidez en la vida cotidiana, pero la realidad cambia a un ritmo vertiginoso y la escuela tiene el desafío de adaptarse a esos cambios. El lenguaje es importante, mientras más disminuido esté el desarrollo del lenguaje en una sociedad, más actuaciones violentas va a haber. La violencia es un modo de resolución de conflicto, un modo pésimo, un modo que deja consecuencias; lo más importante de todo ello es no naturalizarlo, no dejarlo pasar.