Gustavo Aguirre, coordinador de la campaña, explicó que: “hay chicos que tienen una sola comida diaria, y es justamente la que se brinda en la escuela. Los fines de semana esos chicos no comen, y muchas veces los lunes se desmayan o se descomponen de hambre”.
Además, indicó que algunos directores abaratan costos comprando mercaderías de baja calidad para los chicos y “se agarran” el resto del dinero. “Otros inventan los números de chicos que comen en verano y se quedan con los fondos. Acá todos lo saben, pero no se hace nada”, acotó. Asimismo señaló que, con el proyecto de ley que se pretende impulsar, se ejercería un control popular sobre esos fondos.
Los promotores de la iniciativa quieren canalizarla mediante una ley que existe en el Congreso mediante la figura de la iniciativa popular, mecanismo legislativo previsto desde 1994 en la Constitución nacional.
La idea plantea, además, un sistema que periódicamente realice un control sanitario en las escuelas para detectar problemas de desnutrición, bajo peso o escasa talla. Asimismo los profesionales podrían tener un control sobre los chicos con problemas de violencia familiar.
Para que el proyecto sea tratado en el Congreso nacional se necesita el aval del 10 % del padrón electoral. La consigna es sumar a medios de comunicación a nivel provincial y nacional para que se realice la campaña en cada ciudad. Los organizadores de la campaña indicaron que prescindirán de todo aval partidario. Una vez que tengan las firmas se comunicarán con la organización no gubernamental Conciencia para su impulso a nivel nacional.