Villalba tendría que haberse levantado para ir a “cirujear” con su sobrino. Éste último, al percatarse que no había movimientos en el interior de la vivienda, ingresó y encontró el cuerpo de su tío en la cama, boca arriba, con manchas de sangre en la cabeza. Aunque no se realizó la autopsia, se presume que la causa de la muerte es un traumatismo de cráneo.
La víctima vivía sólo pero sus parientes tienen sus casas, de madera y delimitadas de manera precaria con cercos del mismo material, linderas a la de Villalba. Según explicó el comisario Julio Ramos, a cargo de la Comisaría 5º, ningún familiar escuchó nada extraño y se presume que Villalba estaba solo cuando sucedió el hecho.
Los investigadores presumen que cualquier ruido sospechoso que hubiese salido de la vivienda hubiese sido eclipsado por el barullo permanente que genera la existencia de numerosos animales que se crían en esos hogares: gallos, gallinas, cerdos y caballos.
La casa del difunto se encuentra en los confines de Zorraquín. Para llegar allí, hay que tomar Vuelta de Obligado (la calle que cruza por el costado de la Comisaría 5º) y doblar luego hacia la izquierda en Gualeguay, una de las calles límites del barrio.
Esta mañana estuvieron trabajando en el lugar del hecho las autoridades judiciales que se encargan de la investigación: el titular del Juzgado de Instrucción Nº 2, Horacio Garay, y el fiscal Miguel Bressán.