Otra vecina de La Bianca, Fabiana, señaló que las unidades de la línea 9 “no funcionan bien, entonces hay veces en que hay que tomar la otra línea que es la línea 7. Los colectivos no andan bien y se rompen en el trayecto, te quedás a pie porque se rompen. Pasa seguido, si no es la rueda es la caja de cambios; siempre algún problema tiene”.
Además, indicó que, cuando suceden esos percances “se llega tarde porque tenés que esperar que llegue otro colectivo. No pasan tan seguido; mirá ahora hace como 15 minutos que pasó uno y todavía no cruzó el otro que va para el centro”.
“Cacho” otro habitante del barrio, no viaja a menudo en la 9 porque le “agarró desconfianza”. La última vez que tomó el colectivo se quedó la unidad en los lomos de burro de avenida Eva Perón. “Aparentemente se paró el motor”, dijo. En ese momento, los pasajeros debieron esperar que llegue otro micro y perdió mucho tiempo. “Se llega tarde al trabajo y se descuenta el presentismo”, indicó.
En una de las esquinas de los monoblocks, Susana, junto con sus dos hijas, esperaba la llegada de un micro de la línea 7. Comentó que a veces viaja en la 9 y, cuando lo ha hecho en los horarios pico, “llegás desde el centro de Concordia acá parada porque no es que pasan cada cinco o diez minutos, es más espaciado”. La vecina maneja en su auto por la Eva Perón cuatro veces por día y observa que constantemente “los colectivos no están en buen estado. Muchas veces pasas por la ruta y ves que están continuamente rotos”.
Gloria, otra habitante del barrio, salía de la capilla con dos bolsas de supermercado en la mano. “A veces es una odisea llegar al centro: he ido rezando porque el colectivo no tenía frenos; hemos llegado no sé como. Te das cuenta porque no para en todas las esquinas, le cuesta frenar y el chofer va con los cambios y en las cosas que va haciendo, para mí es un desastre”, contó.
Además, observó muchas veces que las unidades se averían por el camino. “Se queda y hay que esperar a otro. Yo no tengo horario, voy a pagar algo al centro o voy al hospital a buscar algo de medicamentos pero la última vez que volví me dijo una señora que hacía 45 minutos que estaba esperando el 9. Yo tuve suerte ese día y vino enseguida”.
En una de las esquinas de Neuquén -la calle de la comisaría de La Bianca y que es uno de los tramos que componen el trayecto de las líneas 7 y 9- estaban Beatriz y Margarita. La primera de las vecinas dijo que la 9 es la que más cuesta, más demora; el estado de las unidades es terrible. Lamentable. La verdad que si ahora aumenta el colectivo, la verdad es que no sirve”
Incluso, mencionó que “vienen atrasado en los horarios pico, sube mucha gente, más de la que… y es peligroso. Es un riesgo que corremos los que viajamos en colectivo; que se estará esperando, que pase una desgracia o que ocurra algo realmente malo para que tomen medidas las autoridades”.
A su lado, Margarita acotó: “viajamos y no sabés si volvés o no; se queda en el camino; se le sale la rueda; está parado; hay que pasar de uno a otro y uno no está en una edad para estar pasando de un colectivo a otro; a veces no podemos ni caminar. Verdaderamente es un desastre; no se puede más. Es difícil que uno ‘cace’ un colectivo y diga ‘estoy seguro, voy tranquila’. Habría que poner otro coches mejores”.
Beatriz dijo que no tenía nada en contra de los choferes: “son gente que trabaja: buena, amable. Es gente que cumple con su labor. Hacen lo que pueden pero no tienen medios. Pero me he cansado de esperarlos y me voy en la otra, la 7. No las ayudan las unidades, están en un estado cada vez peor”.
César, el propietario de un comercio ubicado sobre Eva Perón, en el tramo que atraviesa el interior de la Bianca, dijo que la línea debería colocar algunos coches de refuerzo en las horas pico: a las 7 de la mañana y al mediodía. El horario de los chicos que concurren a la escuela y de los empleados que trabajan en el centro. “Deberían ir dos, uno atrás de otro, para levantar a toda la gente que espera. Muchas veces pasa de largo y uno tiene que esperar 10 o 15 minutos a que pase el otro”, señaló.
La clave es la revisión técnica
El decreto Nº 671/2.007, fechado el 23 de julio, establece que la dirección de Tránsito debe arbitrar “las medidas pertinentes para que dentro de un plazo de treinta (30) días, eleve un informe completo y detallado con la documentación correspondiente, relacionada con el cumplimiento de todos los extremos de la Licitación Publica Nº 33/2.003 y de la Línea Nº 9 (frecuencia-horaria, documentación registral de las unidades, seguros, etc.) y demás obligaciones emergentes del pliego, contrato y documentos de la Licitación Publica de referencia”.
Esta semana que culmina, finalizó el plazo (23 de agosto) y el Director de Tránsito, Roberto Salvador, expresó que terminó la evaluación. En cuanto a la frecuencia, señaló que los micros “andan aceptablemente bien” pero no como “debería ser la empresa que cumple mejor el horario”.
La única observación que realizó fue sobre el aspecto estético. “No me corresponde a mí solo pero, a título personal, le diría que deja que desear por lo que se puede ver”, expresó. Y además señaló que el Concejo Deliberante es el único encargado de decidir sobre las concesiones.
Un concejal, consultado por las expresiones de Salvador, desechó contundentemente cualquier atribución del Concejo sobre las líneas de colectivos. Y descargó toda la responsabilidad en el Ejecutivo. “Salvador que se dedique al tránsito, que ni para eso sirve. El Concejo no puede hacer nada, sólo para aprobar los pliegos que nos envían desde el Ejecutivo; el único responsable es el Ejecutivo”, expresó, haciendo mención al inc. 19º del art. 112º de la Ley Nº 3001. Entre las responsabilidades del Ejecutivo se encuentra la de: “celebrar contratos a nombre de la municipalidad en forma dispuesta por la leyes y ordenanzas aplicables”.
El edil, en off the record, dijo que si tuviesen las pruebas suficientes para demostrar que se está incumpliendo el contrato de concesión, lo máximo que podrían llegar a hacer es radicar una denuncia penal contra el intendente ante la Justicia por “incumplimiento de los deberes de funcionario público”. Pero está lejos de sus intenciones el hacer una visita a los Tribunales con ese fin. “Queda muy de ‘botón’ hacer eso”, señaló.
En cambio, lo que sí podrían hacer los ediles es aprobar un proyecto de ordenanza que envió el Ejecutivo hace un mes y, aparentemente, aún no ingresó a la secretaría del Concejo. El proyecto establece que una empresa privada se haría cargo de la verificación de los colectivos.
Ese cambio es sustancial porque, de lo contrario, el municipio no tiene herramientas para realizar un control exhaustivo de las unidades. Hasta ahora, la dirección de Transporte es la que se debe encargar de esa tarea, pero carece de los medios idóneos. “Si encuentran que la falta un foco, le dan 48 hs. para que lo arregle. Si falta algo más grave, le dan un poco más de tiempo”,dijo Alfredo Francolini, secretario de Gobierno.
El funcionario municipal expresó que tiene el informe de la línea Nº 9 elaborado por Tránsito en sus manos pero “no tiene grandes cosas”. Sólo se hallan “cuatro observaciones respecto de la frecuencia”, dijo. Nada más. O sea que es un defecto secundario, superfluo; una minucia que carece de algún peso legal como para tomar una determinación de fondo.
Francolini aseguró que del 10 al 14 de agosto, se llevará a cabo la verificación técnica de los colectivos. Allí podría surgir alguna novedad, pero debido a la carencia de herramientas adecuadas, es difícil que encuentren los elementos defectuosos suficientes como para rescindir la concesión. “Se revisan las luces, los pasamanos, el freno del momento”, expresó. El problema es que, sin argumentos legales, en un juicio posterior al municipio le puede salir bastante onerosa la rescisión, según explicó el funcionario.
El ex-intendente Hernán Orduna concesionó a la “Cooperativa” “21 de Octubre” la línea Nº 9 en 2003 por diez años. O sea que los vecinos de La Bianca deberán seguir sufriendo diariamente los avatares y las tribulaciones que les depara cada viaje a bordo de los micros pintados con los colores amarillo, verde y rojo por seis años más.
