En la siesta del feriado del 20 de junio de 2012, el viejo vehiculo sufrió un vuelco en la zona de San Pedro cuando volvía de una quinta cítrica cargado hasta el tope con cajones de fruta. De acuerdo a la pericia técnica, el camión sufrió el desprendimiento de llantas de sus duales traseras izquierdas y eso produjo el vuelco frente a la Escuela N° 26 “Falucho” de esa zona de Colonia Freitas.
La mayoría de los trabajadores lograron salvar su pellejo mientras el vehículo iba cayendo. Pablo Acuña quedó aplastado bajo la cabina del rodado e Iván tendido inconsciente en el suelo. Ninguno de los implicados volvió a trabajar para sus antiguos patrones, Stivanello (dueño de la plantación de donde venían) o Calgaro y Panozzo (dueños del empaque). Por otra parte, Ivan Nenzú, un chico de 17 años, si bien logro sobrevivir, quedó con alguna secuelas fisicas y emocionales tras el hecho.
Con respecto a éste ultimo joven, ahora, las puertas para una suerte de arreglo extrajudicial se abren, ya que el pasado 8 de julio hubo un encuentro en la delegación chajariense del Ministerio de Trabajo, donde se citaba a una audiencia de conciliación a quienes tienen que responder por el accidente de transito, en virtud de los distintos tipo de relaciones que había en el momento del hecho.
Se trata del productor Stivanello, los empacadores Calgaro y Panozzo, y el chofer del camión, Scatolaro. El primero faltó a la cita, pero el resto estuvo presente y se mostraron predispuestos para la concreción de un eventual convenio o acuerdo a los efectos de dejar sin efecto el reclamo sea civil, así como el laboral.
Lo siguiente será el próximo 2 de agosto, cuando se vuelven a reunir y se verá que acción se tomará. Si se colman las expectativas de la familia Nenzú respecto a la reparación civil, se llegaría a un acuerdo, justamente, en lo civil, y en la parte de resarcimiento laboral. Todo dependerá de lo que los abogados de los implicados determinen y, además, que en esa oportunidad, se presente Stivanello.