Vera no descartó que el gobierno nacional consiga alguna adhesión utilizando los fondos públicos. Pero consideró “imposible” que la obtenga del Partido. No obstante, el diputado provincial dijo que no contaba con algún dato concreto que estableciese que algún sector o dirigente del partido esté proponiendo un acercamiento a Kirchner.
El vicepresidente afirmó conocer “la presión enorme del dinero en intendencias que siempre tienen poca plata para las demandas populares de su ciudad”. De todas formas, evaluó como “imposible” que la UCR de Entre Ríos, en su conjunto, avale una posición favorable al gobierno nacional como en otras provincias, donde ha logrado el apoyo de los gobernantes.
La crítica de Vera apunta a un problema estructural: la concentración de recursos en la Nación. Las provincias fueron cediendo en los acuerdos fiscales y falta un nuevo sistema de coparticipación de impuestos, pendiente desde la reforma constitucional de 1994. “Esto hace que el Presidente maneje, por vía del dinero que dispone, un montón de decisiones en territorios que no le son propios y en materias que corresponden a jurisdicciones municipales o provinciales”, señaló.
Como ejemplo, citó que la planta potabilizadora de Paraná, por ley, debió haber sido construida por el gobierno provincial, pero la realizó la Nación. En otras palabras, Kirchner le quitó la posibilidad al gobernador Jorge Busti de capitalizar políticamente la obra.
El diputado de Federal alertó sobre una “actitud déspota del Gobierno”. Y pronosticó que sólo tendrá futuro apoyado en “factores de poder por fuera del sistema democrático”. Siguiendo esa línea, comparó al gobierno de Kirchner con los “gobiernos apoyados en las fuerzas armadas, que llegaron al poder con los golpes militares y que hoy lo vemos a través del poder económico financiero”.