Se equivocan los que piensan que este es sólo un retorno conservador o neoliberal. Es un avance colonizador porque la decisión de Estados Unidos es el control total de su llamado “patrio trasero” y más aún cuando los cambios sucedidos en los últimos tiempos, y en especial la aparición de nuevas potencias han cortado de un solo tajo, el unilateralismo conque avanzaba sobre el mundo.
Las guerras coloniales, invasión y ocupación de países que comenzó como una guerra contraterrorista, en realidad falsa, ya que se trató de un proyecto del más duro fundamentalismo estadounidense, cuando se había convertido en la gran y única potencia del Mundo.
Paul Wolfowit, el gran consejero de los presidentes de EE.UU había establecido ya en 1992 , después de la caída del Muro de Berlín y la Unión Soviética, que era el momento de avanzar en una expansión global, sin límites y sin fronteras. Para eso sirvió el nunca aclarado “atentado” contra las Torres Gemelas y su extraña implosión en septiembre de 2001.
Es el momento en que EE.UU declara la guerra infinita y se anulan las soberanías nacionales en todo el mundo. Ya habían probado en Yugoslavia, que con el arma de la desinformación, que manejan en estos momentos cómo nunca antes en la historia, convirtiendo la mentira en un arma de guerra a nivel global, podían tener una impunidad absoluta para actuar donde quisieran.
Además con la enorme capacidad de realizar falsos atentados que les sirvieran para avanzar en nombre de la lucha antiterrorista o antinarcotráfico en cualquier lugar del mundo.
Y fueron Afganistán, Irak, Libia y Siria, país éste donde la resistencia heroica del gobierno de Bashar Al Asad, el pueblo y el ejército se transformaron en una pesadilla, para EE.UU. Israel y los países europeos convertidos sus gobiernos en peones del gran proyecto de la gobernanza global.
La humanidad recordará algún día que fue en las puertas de la bella ciudad de Damasco, en una Siria invadida por mercenarios de decenas de países del mundo bajo el mando de la OTAN, donde un día se plantó bandera. Siria pidió ayuda a la Federación Rusa, al comprobar que la “coalición internacional”para ayudar a un supuesto ejército rebelde sirio que luchaba contra “el dictador” Al Asad y luego supuestamente para luchar contra el Ejército Islámico (terroristas de 90 países del mundo pagados y entrenados por la OTAN) estaban destruyendo las infraestructuras del país, y pueblo enteros.
La aparición de Rusia en escena y de China cambió el eje de la noche al día. Nada sería lo mismo. Entonces la mirada regresó hacia Nuestra América, que a pesar de estar invadida por las Fundaciones de diversos nombres de la CIA y el Pentágono de EEUU, habían logrado mediante elecciones imponer una serie de gobiernos progresistas, que además rompieron el aislamiento de Cuba.
La integración avanzó hasta la unidad en la diversidad que abarcó a todas las naciones en la Comunidad de Países Latinoamericanos y Caribeños(CELAC) en 2011, representaba ya “un gran peligro”. Detrás de todo estaban la larga lucha por la unidad del líder cubano Fidel Castro Ruz, que se enriquecería con la férrea voluntad de líder venezolano Hugo Chávez Frías, los “comandantes” de la unificación, y todos los gobiernos que fueron llegando a países como Brasil, Argentina, Uruguay, Bolivia, Paraguay, Nicaragua Ecuador El Salvador marcando líneas en varios organismos de integración emancipadora.
Pero también Estados Unidos había ·”dispersado” las bases del Comando Sur , que se fue de Panamá a dines de 1999-nunca del todo- y comenzó a colocar bases y establecimientos militares en diversos países de América Latina.
En el siglo XXI comenzó la guerra contrainsurgente que se visualizó con los golpes de Estados, los fracasados (Venezuela 2002, Bolivia 2008, Ecuador 2010) y los ganados Haití (2004)Honduras (2009), Paraguay (2012). Debemos señalar que México fue literalmente tomado con la firma del Plan Mérida en 2006 y la supuesta guerra contra el narcotráfico que dejó hasta ahora 200 mil muertos y más de 40 mil desaparecidos, y las fuerzas armadas en su conjunto convertidas en un ejército de ocupación bajo dirección del Pentágono estadounidense. Colombia con siete bases militares de EE.UU. lo que obstaculizará los acuerdos de paz alcanzados, ya que violentan la soberanía de ese país.
En los últimos tiempos EE.UU decide avanzar sobre el triángulo de los tres países claves en la integración: Argentina, Brasil, Venezuela. Logran, utilizando sectores de la Justicia que han “comprado” y controlan en varios países; los medios masivos de comunicación y su papel en la guerra psicológica y los parlamentos, mediante la corrupción dar el golpe contra Dilma Rousseff en Brasil en agosto de 2016. Antes de esto, lo que bien podría llamarse el golpe electoral en Argentina.
La injerencia brutal con la distribución de millones de dólares, con las que lograron unificar algunos partidos políticos en decadencia, el uso de jueces cooptados como los del Partido Judicial de Argentina y los medios masivos de comunicación locales, se logró el triunfo de un gobierno en que todos desde el presidente a sus Ministros, pertenecen a Fundaciones de EE.UU. Es decir un gobierno de Washington en un poder local.
Logrado esto recrudecieron al máximo el golpismo contra Venezuela, que nunca dejó de intentarse en ese país después dedsde 2002, cuando fueron derrotados en 48 horas marcando un hito en América. Los gobiernos de Estados Unidos creyeron que con la muerte del comandante Hugo Chávez Frías en marzo de 2013, podrían fácilmente dar el zarpazo sobre Venezuela, que se ha transformado en la gran muralla de Nuestra América.
Se encontraron con que el presidente Nicolás Maduro y los equipos formados por Chávez más un pueblo concientizado y la existencia de algunos medios especialmente como Telesur y venezolana de televisión, lograron detener los más fuertes embates golpistas, con participación de paramilitares colombianos y tropas especiales de EE.UU acantonadas en Colombia.
Este es el resumen de una realidad que estamos viviendo día a día. El fracaso de La Salida, el plan golpista de principios de 2015, que se continuaría en diversas acciones y en un fuerte ataque de la prensa en el exterior y de ex presidentes de la derecha mundial cuando la oposición triunfa en las legislativas de diciembre de 2015 y el primer anuncio que hace Henry Campos Allup, presidente de la oposición en el Congreso es que antes de terminar 2016 Maduro estará fuera del gobierno. Intentan forzar la renuncia del presidente y apoyan todos los intentos golpistas, las guarimbas, los atentados terroristas. A principios de 2017 comienza el golpe con otras modalidades, pero que esencialmente se mantiene en los últimos meses por los falsos informes de la prensa en el exterior que en un 95 por ciento controla Washington.
La guerra económica es brutal y el petróleo bajó de cien a 20 dólares, aunque en una acción diplomática muy inteligente Maduro logró producir un cambio reuniéndose con los integrantes de la OPEP.
El desabastecimiento (al estilo golpe de Chile en 1973) es brutal, Millones de dólares en alimentos, medicamentos, gasolina se escurren por la amplia frontera con Colombia. Sabotajes y asesinatos en diversos lugares del país , especialmente fronterizos. En lo que va de este año se han destruido y quemado unos 300 edificios, pero en realidad la acción de los grupos de choque, se limitan a ciertos barrios y a algunos lugares específicos en el resto del país.
Los supuestos pacíficos manifestantes, llevan cascos de un material especial, máscaras antigases, y actúan con cierto orden militar. Se arrojan en todos los casos bombas incendiarias, que dan una espectacularidad especial para la transmisión mediática. La criminalidad de estos grupos, quedó evidenciada en la toma de posibles “chavistas”, siete de los cuales fueron rociados con gasolina y quemados. La imagen de las víctimas corriendo desesperados, es mostrada, por supuesto como si fueran víctimas de los
organismos de policía y seguridad. De las 109 víctimas , la absoluta mayoría son de la policía personas que no participaban en estas acciones, supuestos chavistas y una minoría de opositores. Pero esto no es lo que se informa.
Entendiendo que el secretario general de la OEA, el uruguayo Luis Almagro es casi el comando político y diplomático del golpe, Maduro ha logrado sostener el llamado al diálogo en forma permanente y su convocatoria a una Asamblea Constituyente para profundizar los avances sociales especialmente, que la oposición rechazó, fue apoyado por una mayoría de la población, cuyas manifestaciones nunca muestran los periódicos, como sucede en Argentina.
Es esencialmente una guerra mediática que como se dice “le da letra” a la derecha mundial. Especialmente cuentan con el apoyo del ilegítimo presidente de Brasil Michel Temer, de Mauricio Macri que intenta imponerse ante Washington como el líder del sur, pero no lo logra y por supuesto de los mandatarios de México, Colombia, Honduras Guatemala o Paraguay cuyos pueblos están viviendo en el terror y otros países como Chile .
La Constituyente se ha constituido en una acción en favor de la paz. La convocatoria permanente de Maduro a la oposición podría haber dado lugar a una salida pacífica inmediata, pero a esto se opone Washington a quien le “conviene” la violencia y las muertes. Necesitan apoderarse de Venezuela , donde existen las mayores reservas de petróleo del mundo y otros recursos.
La cercanía de ese país es clave cuando se les está complicando la situación en Medio Oriente. Debería anotarse como un “triunfo” de nuestra América, el hecho de que los
“amigos”, “asociados” o “títeres” de EE.UU no lograron que se expulsara a Venezuela del Mercosur, y fracasaron por lo mensos dos veces en la OEA, demostrando que no están logrando imponer el control que necesitan y no pueden seguir abriendo frentes de guerra militar ante la nueva situación del mundo. El futuro de América Latina se juega en Venezuela, un país que fue y sigue siendo solidario con los pueblos de America, de Africa, con los invadidos y ocupados, con los pobres del mundo y al que debemos agradecer su dignidad y heroísmo en estas circunstancias..