“Hicimos una marcha que la organizó el sacerdote de acá de la Iglesia y había mucha gente”, dijo Walter. La marcha partió de la parroquia, cruzó por la Jefatura de Policía, y finalizó en el negocio de Morales. “Queremos saber que es lo que pasó porque de mi viejo no se sabe nada, no hay rastros, no hay nada. Queremos la verdad y que se haga justicia”, expresó.
Morales fue visto por última vez el martes 30 de agosto a las 8:15 de la noche frente a su negocio, conversando con una vecina. “Andaba haciendo sus recorridos habitual de todos los días”, señaló el hijo. “Después no se sabe más nada”, indicó.
La hipótesis de que haya sido víctima de un hecho delictivo a raíz de una enemistad fue descartada. “No es porque sea mi viejo pero es un tipo rebueno, no tenía problemas con nadie”, señaló Walter.
Además, el hijo aseguró que la Policía estaba actuando bien pero lo cierto también es que no tienen pistas. “No tienen ningún indicio desde ya hace dos semanas. No encontramos nada de mi viejo”, indicó.
Tanto la Policía como los vecinos se movilizan de manera permanente pero infructuosa. “Los campo de alrededor de San Jaime los dimos vuelta. La Policía y yo y mi hermano y un grupo de amigos, primos, que salíamos por cuenta de nosotros. Pero no encontramos nada”, indicó.
El hijo del vendedor de quiniela se preguntó la razón por la que no hay ningún testigo. “Como puede ser que nadie haya visto nada en pleno centro iluminada, a las 8:15 de la noche que anda mucha gente por todos lados. Los chicos que andan con el tema de carrozas, había movimiento, hacía calor esa noche. Como puede ser que nadie hay visto nada”, reiteró. No obstante, pidió nuevamente a quien pueda ofrecer una pista para encontrar a Morales, que se acerque a las autoridades, aunque sea de manera anónima.