La nota que firmaron distintos ciudadanos, solicita a las autoridades que correspondan dar solución al desamparo y abandono en el que vive Juan José Ramírez. Asimismo, aseguran que Ramírez fue empleado municipal entre los años 1970/77 y que fue cesanteado por la dictadura militar, quienes lo encarcelaron en el Regimiento 6 primero y en la Cárcel de Coronda luego, durante 6 meses.
Su familia se compone de 2 hijas que, en aquel entonces tenían 10 años y que, hoy también están pasando necesidades.
Pese a que se identifica con el justicialismo y que recorrió (desde 1983 hasta la fecha), los despachos de funcionarios e intendentes, Ramírez nunca logró que los sucesivos gobiernos peronistas le reconocieran su derecho a ser reincorporado.
En un acto difícil de calificar, Hernán Orduna lo incorporó como “contratado” el último mes de su gobierno. Como no podía ser de otra manera, apenas asumido el actual gobierno de Juan Carlos Cresto quedó nuevamente en la calle (ni siquiera tuvo la posibilidad de demostrar los 3 meses mínimos exigidos para reclamar algún derecho) y en el desamparo.
Luego que distintos medios (incluido DIARIOJUNIO), hicieran conocer este caso, Cresto le prometió un subsidio mensual y la gestión de una pensión graciable a través de su mujer senadora. Según Ramírez (que fue quien contó cada uno de los episodios relatados aquí), la suma de dinero que recibió del municipio es menor a la prometida.
