En efecto conocido el rumor, los mercedinos impulsan la colocación de un recordatorio de los 20 desaparecidos de esa ciudad en el cementerio local.
Ante los rumores de que sería sepultado en Mercedes, su ciudad natal, vecinos mercedinos manifestaron su repudio y recordaron a sus desaparecidos durante la última dictadura. De todos modos, la inhumación podría retrasarse si la familia del genocida solicita una nueva necropsia.
En ese sentido, el titular de la Oficina de Derechos Humanos de Mercedes, Marcelo Melo, impulsó la colocación en el cementerio local de una muestra que recuerda a una veintena de desaparecidos mercedinos.
El funcionario explicó que las bóvedas de la familia Videla están desde hace muchos años en el cementerio y no podrían hacer nada si deciden llevar los restos a la ciudad.
«Repudiamos el hecho de que quieran traer a Videla a Mercedes, pero más no podemos hacer. Los restos de Videla no suman ni restan al gran mal que ya nos hizo en vida», sostuvo.
La CTA Regional Mercedes manifestó «su más profundo rechazo a que los restos de tan nefasta figura descansen en la ciudad». En tanto, la agrupación Forja Mercedes reclamó un pronunciamiento en contra del Concejo deliberante para que la ciudad «no se transforme en depositario de los restos del mayor genocida argentino, ni en centro de peregrinaje del fascismo» vernáculo.
Por otro lado, también se conoció ayer la opinión de la titular de la Asociación Madres de Plaza de Mayo. Hebe de Bonafini reconoció que la noticia de la muerte de Videla la «paralizó».
Y recordó a sus dos hijos desaparecidos: «Inmediatamente empecé a pensar en mis hijos, ¿cómo podría pensar en otra cosa? Pensaba en ellos y en las torturas a las que fueron sometidos. Veía sus caras gritando, llamando a todos, como hicieron todos en los momentos más terribles, cuando estaban solos, en los momentos de mayor tortura», señaló.
Hebe cuestionó a los medios, en particular a Clarín, porque «habían apoyado la dictadura y ahora le dicen dictador (a Videla), ahora le dicen genocida». «