Entre los argumentos citan el haber nacido en Federación. Una de las manifestantes precisó: “yo nací aquí, hace 26 años que escucho que me van a trasladar, pero resulta que nuevamente estoy excluida de las nuevas casas, me dicen que las casas que deben ser para el traslado de los pobladores de la vieja ciudad, se la van a dar a las familias que viven en la nueva, debajo del tanque, si yo sabía eso me hubiese instalado en ese lugar, pero no, me quedé en la vieja esperando como lo vengo haciendo desde hace 26 años, pero otra vez me mienten”.
Remarcando que “por esas mentiras es que estamos aquí, y no nos vamos hasta recibir una respuesta concreta, no más promesas ni cuentos, queremos las casas que nos corresponden”.
Las explicaciones son todas similares, algunas con mayor dramatismo dada la presencia de numerosos hijos pequeños que duermen envueltos en frazadas en la madrugada del frío de noviembre. Pero el reclamo es siempre el mismo, la adjudicación de una casa, esa que ellos denuncian son entregadas a familias que recientemente llegaron a Federación.
Desde CAFESG aseguran que no están dentro del censo de 1998
El Federaense consultó en CAFESG sobre el reclamo de estas familias, la respuesta la hicieron simple: “Estas familias no están dentro del censo de 1998, ni los posteriores, esto significa que no están comprendidas dentro del programa de traslado de pobladores de la vieja ciudad. Es bueno recordar que solo tienen derecho a viviendas aquellas familias que fueron censadas en su momento. Seguramente que sus reclamos serán justos, pero no están dentro de estos planes, habrá que gestionar otra solución”.
Sobre la adjudicación de casas a la gente que vive en el barrio tanque respondió; “Estas familias fueron censadas y están comprendidas dentro del programa. No está todo el barrio, sino las 22 familias que fueron censadas en su momento. Estas 22 serán adjudicadas dentro de las 36 que se entregarán próximamente, al resto de las familias, unas 16 más, será el Municipio el que les de una solución ya que la idea es desalojar el lugar”.
Sobre los motivos que llevan a adjudicar a estas familias, la explicación también fue simple; “Esta es un medida política, una decisión política, que había que tomar en algún momento ya que como lo decíamos, están incluidas dentro del censo”.
Según remarca el medio de Federación, el tema de las familias que se instalan en la vieja ciudad parece ser una constante, pese a que existen ordenanzas que prohiben esto. El control que se debería hacer para evitar nuevas radicaciones parece que no se hace, pero según testimonios de quienes viven en el lugar, esa radicación clandestina suele ser alentada por los propios funcionarios, lo que adelanta la existencia permanente de gente en la vieja ciudad, y la continuidad de los conflictos.