La esposa de Lagos falleció y él quedó a cargo de sus cuatro hijos. “Voy a tratar de ver si me ubico en algún lado, en un galpón, o algún conocido que me dé un lugar”. La municipalidad no ha ido aún en su ayuda. “No los llamé yo tampoco”, aclaró. En cambio, su padre, Ernesto Lagos, ya se fue. Su vivienda, ubicada a pocos metros por R. Sáenz Peña, fue rodeada por el agua.
Lagos procede lentamente a retirar: “los electrodomésticos, la cama, el colchón, el ropero, todo lo que pudo sacar”. Por otra parte, indicó: “imagínate que yo vivo de changas, hoy ya no puedo salir porque tengo el agua adentro y quedan los pibes solos”.
Las paredes de su vivienda se encuentran sumamente deterioradas por las inundaciones. “Ya tengo otras cosas estropeadas de otras inundaciones. He perdido un ropero que se me mojó, porque en la otra salí con lluvia”.
Desde 1992, Lagos vive en la costanera. “En cada gobierno que hubo, han dicho que nos iban a erradicar, que nos iban a dar una casa. En la otra inundación fuimos a hablar con la ministra a Bs. As. Hizo una audiencia con el senador, en su momento Busti y con el ‘Pato’ Urribarri, y ellos nos dijeron que teníamos que gestionar ante la Cafesg una ayuda”, recordó.
Lago también recuerda que Urribarri dijo que la anterior conducción de Cafesg era: “gorila, que no nos iban a dar nada”. “Hoy está él de superministro, vamos a ver como compañero si se solidariza con nosotros”. Lagos asegura que solo quiere un “terreno o una casa para dejar de molestar y poder criar a mis hijos bien dentro de la pobreza”.
Lagos también recuerda cuando, en la anterior inundación, el ex-intendente Orduna dijo, siendo intendente, “a esta gente hay que sacarla inmediatamente de acá”. Ahora Orduna busca un escaño en la Cámara de Diputados de la Nación, mientras que Lagos sigue viviendo en la misma casa que en aquel entonces.