El local bailable en cuestión –Brands Hatch en sus inicios- fue construido a comienzos de la década del 90 y tuvo en ese momento su máximo apogeo. Luego siguió funcionando intermitentemente con otra denominación, luego volvió a reabrirse en junio 2012 con el nombre tradicional y cerro luego en el verano de 2013.
Ahora, empresarios del rubro que ya tienen otro emprendimiento nocturno conocido como GIGANTE DISCO, están trabajando para ocupar ese local, bajo otra denominación. Lo que ocurre es que en la década del 90, esa parte de la ciudad estaba casi despoblada, y con el correr de los años fue creciendo de manera muy notoria, hasta convertirse en un barrio con ya decenas de casas en torno al boliche.
En este contexto, los vecinos manifestaron su preocupación a través de una nota enviada al Municipio, donde advierten sobre como la puesta en funcionamiento nuevamente del local, alteraría la vida en el barrio, ya que “instalan autos con música fuerte en cualquier lado, utilizan de baño los frentes de las casas, llenan de residuos cualquier espacio”, entre otros reclamos.
“Estamos defendiendo nuestra calidad de vida. La presencia de este emprendimiento va en desmedro de los valores de nuestras propiedades. De ninguna manera pensamos que no debe existir un boliche sino que no debe estar en una zona de la ciudad en franca expansión”, expresa la nota que lleva más de una treintena de firmas.
Al respecto, el concejal justicialista Bernardo Bohmer dijo que hay una nota de los dueños del local (que lo alquilan a quienes quieren arrancar con el nuevo emprendimiento) “pidiendo una excepción al Código de Ordenamiento Territorial (COT) a la que adjuntamos la nota de los vecinos. El COT dice que está prohibido, por eso a veces se hace la excepción.
Pero la ordenanza 390 de 2004 (que regula los espectáculos públicos) menciona que se requiera el consentimiento comprobable de todos los vecinos circundantes en una periferia de 50 metros. Si no se tiene el 100% del consentimiento, la habilitación es rechazada”, por lo que, consideró el edil, “no se habilitará”. “Le dijimos a los vecinos que se queden tranquilos que no será posible la habilitación”. Consultado sobre como era posible que, a pesar de este panorama, en el local bailable se sigue trabajando estos días como para abrir el sábado, Bohmer dijo “eso ya corre por cuenta de ellos”. “La ordenanza es bien especifica”, insistió.