Vecino de Mocoretá cuestiona las fumigaciones aéreas por la mosca de la fruta

“Hay mas de 40 mil hectáreas de cítricos desde Monte Caseros hasta el sur de Concordia. Y esto (de la fumigación aérea) como que me sensibilizó y me hizo escribir algo mas que nada como una opinión personal”, justificó. Su principal argumento reside en que las fumigaciones cuando son aéreas, terminan, según el viento, diseminando partículas de agroquímicos sobre las zonas urbanas. Y asegura que nadie ha salido a rebatir sus declaraciones.

La carta

Señores Citricultores:
Una gran tristeza y una profunda decepción me invaden por estos días. Ustedes han decidido avanzar con un plan de fumigaciones aéreas masivas con el declarado propósito de combatir “la mosca de los frutos”, en defensa de sus propios intereses económicos y sin importarles la opinión del resto de la población respecto de ésta práctica nociva para el medio ambiente y la salud de las personas.
No quiero entrar aquí en detalles sobre el tema ya que lo he hecho mediante otro documento que hice público por los medios a mi alcance. Sólo quiero recordarles ese axioma jurídico de oro que dice: “que los derechos de unos terminan donde comienzan los de otros”. Y ustedes, con sus prácticas agronómicas contaminantes, están avanzando sobre el derecho de la población a gozar de un ambiente sano y equilibrado como lo estable el Art. 41 de la Constitución Nacional; y ningún interés económico –menos aún sectorial- puede sobreponerse a ese derecho fundamental que le asiste a la ciudadanía. Me siento con el derecho y la obligación moral de alzar mi voz de protesta frente a una realidad que no acepto naturalizar. Es por todos sabidos la enorme cantidad de agrotóxicos que están utilizando para la producción de cítricos sin ningún tipo de control y ahora –encima- lo tiran en forma aérea con un total desprecio hacia una población que acepta inerme e indefensa tamaña agresión. Día a día vemos a través de los medios de comunicación como se multiplican las denuncias a lo largo y a lo ancho del país por los efectos devastadores del uso de agrotóxicos y sus secuelas de canceres, alergias, alteraciones del sistema nervioso y malformaciones en niños, amén del deterioro progresivo del medio ambiente mediante el agotamiento de los suelos, desertificación y pérdida de biodiversidad. El Plan de erradicación de la mosca de de los frutos ha sido impuesto desde arriba a la totalidad de los productores y mucho me temo que sólo sea por interés de un pequeño grupo de los más grandes. Se efectivamente de muchos pequeños productores que no están de acuerdo con las fumigaciones aéreas pero que –lamentablemente- no tienen la forma o la voluntad de decirlo públicamente. Señores Citricultores, desde mi condición de simple ciudadano, les hago con humildad pero también con profunda convicción, un llamado a reflexionar y desistir de ésta reprochable práctica agronómica en bien de la salud del conjunto de la población y de la preservación del medio ambiente que generosamente nos cobija y al cual no tenemos ningún derecho de agredirlos como lo hacen ustedes.
Señores Citricultores: PAREN DE FUMIGAR!
Finalmente debo confesarles que no tengo muchas esperanzas de ser escuchado, pero sepan que tendrán en mí un implacable crítico público. Y si deciden seguir adelante con las fumigaciones aéreas sin importarles la vida y la salud de los demás, quizás algún día deban enfrentar el juicio de la historia o lo que sería peor, el de sus propias conciencias.

José Luis Siviero
D.N.I. Nº 16.351.105
joselosiviero@hotmail.com
Mocoretá, Noviembre de 2011.

Entradas relacionadas