El móvil salió del cuartel rumbo a calle 56 ante la llamada de un vecino debido a que había comenzado a incendiarse los pastizales ubicados en el patio de su vivienda. El hombre había arrojado una garrafa que había tomado fuego accidentalmente al ser encendida. Desde la Policía no se explican la lógica que guió a quienes arrojaron las piedras a un vehículo que sólo tiene como misión salvar la vida y la propiedad de la comunidad.