Este accionar canallesco debe ser condenado por todos los ciudadanos, porque no podemos permitir que pretendan privarnos de la memoria, que es privarnos de la identidad sin posibilidad de reconocernos como parte de un todo. Nuestros ciudadanos no solo tiene “derecho a vivir la ciudad” sino también a que se respeten la diversidad y la democracia ciudadana.
Siempre afirmé que una cultura pujante es una cultura presente en su casa, en la calle, donde se reconozca lo propio y lo diverso. En Concordia en mi gestión la cultura estará viva, asequible y ganará la calle.
Y para que esto sea posible es necesario también, solidarizarse con los artistas que concibieron la obra y aquellos que la realizaban.