«En materia de seguridad, de prevención y persecución del delito hay que construir
una organización policial que venza al tiempo y -porqué no también- a los avatares
de la política barata» explicó.
«Nosotros decimos -explicó- que hay tres niveles de delitos que pueden combatirse
con eficacia por los medios del Estado provincial y en estricto respeto al Estado de
Derecho”. “El delito menor, fuertemente relacionado en su raíz con la exclusión, la
marginación social, pero cruzado por el consumo de drogas y el uso de armas lo que
suele provocar consecuencias mayores, el delito menor, pero organizado y el crimen organizado”
«Concretamente, nosotros creemos que el delito en la actualidad se combate con
tecnología, con equipamiento, con capacitación y con acciones de inteligencia»,
afirmó.
Frente a un grupo de oficiales de policía que lo escuchaban el funcionario describió
mediante el siguiente esquema la política de seguridad que lleva adelante su
cartera. “La política de seguridad del gobierno, en materia policial -dijo- se construye
sobre los siguientes pilares:
• a.. la incorporación de tecnología
• a.. la capacitación del policía
• a.. acciones de análisis e inteligencia
• a.. incorporación de equipamiento
• a.. programas especiales de vivienda, movilidad, ayuda escolar y ayuda al policía en crisis.
Urribarri aclaró que la política para combatir el delito menor «no puede ser sino
orientada a combatir las causas de la marginación o a mitigar sus efectos sobre la
familia. Sin embargo cuando el delincuente ya está en la calle el Estado debe contar
mecanismos rigurosos que reduzcan su capacidad de acción, de daño y de
reincidencia». Por ejemplo, dijo, “acciones que tiendan a reducir la circulación de armas de fuego, a denunciar la posesión de armas de fuego, a lograr la cooperación de los
vecinos en acciones de autoprotección y protección comunitaria, a la denuncia anónima de hechos ilícitos”.
En cuanto a la capacitación el ministro dijo: «si durante cinco años mandamos a
estudiar al exterior, a la Federal o a Gendarmería a 5 de nuestros mejores oficiales
durante 1 año. Y lo mismo hacemos con nuestros mejores egresados de las escuelas de
oficiales y suboficiales, al cabo de ese tiempo tendremos 80 o 100 policías”.
altamente capacitados para combatir el delito y para replicar lo aprendido al
interior de la fuerza policial. Y lo que es más importante, crearemos conciencia
sobre la necesidad de la capacitación permanente», razonó.
“No sigamos mandando a nuestros mejores egresados a cuidar dos años una esquina
porque les aplacamos cualquier atisbo de entusiasmo. Hagamos que los mejores sigan
estudiando para, con el tiempo, tener una fuerza mejor preparada para prevenir
delitos y para investigarlos y probarlos», expresó.
