“Desde las 8.00 de la mañana que hay gente acá, yo hace tres horas que estoy y no me atienden” dijo una mujer visiblemente indignada, mientras se acercaban un grupo de no menos de 10 personas a la puerta del banco para quejarse.
“ahí hay gente jubilada que se está descomponiendo, porque no los atienden, y no se puede ir ni al baño, no es posible que estemos tres horas acá sin poder ir al baño, yo ahora me estoy yendo a la plaza a los baños públicos y voy a perder mi turno pero no me puedo aguantar más” dijo otra mujer, evidentemente jubilada.
L celeridad con que se dieron las declaraciones no permitían preguntar mucho por los nombres de los autores de esas frases espontáneas, sin filtros, hijas de la catarsis.
La gente venía, gritaba, descargaba su bronca y enseguida era interpelada por más gente que tenía aún más injusticias que señalar.
Mientras tanto, adentro del banco podía verse una muchedumbre agobiante.
“hoy más temprano había uno solo atendiendo, ahora por lo menos hay dos; la gente que viene a las 8.00 de la mañana se va a las 11.00, la gente que viene a las 11 se va a las 13.00 porque tiene cosas que hacer, es el mediodía, entonces yo vengo a las 12.30 o 13.00 y por lo general no hay gente y termino ocupando el turno de gente que esperó toda la mañana y se fue sin cobrar, terminamos como aves de rapiña especulando con el cansancio del otro para ver si podemos cobrar” se quejaba una joven que advertía claramente las contradicciones a las que la situación empuja a los clientes del banco.
EL fenómeno era revelador, toda esa gente había estado conteniéndose la bronca tres horas o más, y cuando tuvieron un micrófono delante no se guardaron nada.
“En BERSA tiene la obligación de agilizar el servicio, de nombrar personal, no puede ser que perdamos un día acá” señaló Rivero, tras aclarar que “si esto no se soluciona voy a hacer una denuncia porque a mi me están reteniendo los haberes; la gente tiene que saber que tiene que reclamar porque las cosas no van a cambiar mientras nos quedemos ahí adentro muertos de bronca en voz baja” insistió.
